Cristian Antonio Cooz.-«La casa estaba cargada de energías negativas…era como si los demonios también estuvieran en la fiesta». Dijo uno de los supervivientes de una fiesta de Halloween que se llevaba a cabo cerca de San Francisco, California y donde un sujeto presuntamente disfrazado de La Muerte, asesinó a tiros a 4 personas e hirió a otras otras más.
El tiroteo ocurrió este jueves 31 de octubre alrededor de las 11:00 de la noche en una vivienda de Orinda, condado de Contra Costa. El inmueble fue alquilado específicamente para la fiesta «de sangre y muerte».
Ni los nombres de las víctimas mortales, ni de los heridos, ni tampoco del atacante, habían sido dados a conocer por la policía de Contra Costa.
Al parecer, la casa de la masacre de Orinda, había sido alquilada por medio de Airbnb, una empresa de la internet que ofrece servicio de anfitriones en sus casa para alojamientos o fiestas.
Según algunas versiones no confirmadas, el pistolero sí estaba disfrazado de La Muerte. Otros insisten en que llevaba un disfraz de Zombie, e incluso de Drácula.
Relataron algunos que nadie sabe su identidad todavía, porque en ningún momento se quitó la mortaja del disfraz ni la máscara negra que le cubría el rostro.
Sangre de verdad
Según se supo, el asesino caminó con calma entre los presentes, borrachos, intoxicados o no, que bailaban con desenfreno y hacían ademanes y pronunciaban supuestamente palabras de invocación de fuerzas oscuras.
Desgraciadamente, la sangre de mentira de los disfraces que abundaba, al fin corrió de verdad cuando La Muerte peló por dos pistolas automáticas y comenzó a ejecutar a los presentes a quemarropa.
«Los gritos y los aullidos de las víctimas eran escalofriantes. Lo que pretendía ser de mentira, se convirtió en una verdadera pesadilla», dijo alguien que quiso mantener el anonimato.
Al parecer, algunos intentaban salir de ahí, huir a la carrera, pero eran atravesados por las balas que les arrancaban chorros de sangre, piel y huesos.
La muerte disfrazada de muerte
«Era la muerte, disfrazada de muerte…», comentó temblando de miedo un joven (disfrazado de zombi) ensimismado, con la mirada fija, sentado en la acera y arropado con una manta que le proporcionaron los rescatistas del 911 al llegar al sitio.
La policía de Orinda no dio más detalles del caso. En la cuenta twitter escribieron este viernes: «cuatro muertos y varios heridos en el tiroteo de Orinda. Más detalles en breve».
Este es la segunda masacre relacionada con la celebración de Halloween en Californua. El pasado martes 29 de octubre, tres personas fueron asesinadas a sangre fría al sur de Los Ángeles y nueve resultaron heridas.