Cristian Antonio Cooz.-Luego que familiares de la víctima lograran que el caso fuera trasladado a Caracas, un juez dictó la pena de 29 años de prisión para 2 de los 7 “monstruos” que violaron y asesinaron a la joven Ángela Aguirre (16) en un dantesco hecho ocurrido en Puerto Ordaz, estado Bolívar, Venezuela, hace 2 años y medio.
El dictamen por femicidio agravado, fue emitido este miércoles 11 de agosto de 2021 por el Tribunal de Violencia Contra la Mujer de esta jurisdicción contra los ciudadanos José Cedeño de 18 años y José Zorrilla de 44, mientras que los otros presuntos coautores de este abominable crimen identificados como Orlando Salazar, Wilmer Díaz, Glauder Zorilla, Joselyn Barreto y Dayana Nicieza, siguen detenidos y a espera de sentencia.
Familiares, amigos, allegados a la familia de la víctima, así como la población en general de Puerto Ordaz, aplaudieron esta sentencia demoledora contra los presuntos asesinos a quienes les tildan de “malignos demonios”.
¿Fiscales y jueces corruptos en Bolívar?
Aunque se conoció que en los casos específicos de Orlando Salazar, Glauder Zorrilla y Wilmer Díaz, condenados por el delito de «Omisión de socorro», ya cumplieron la pena en prisión, por lo que se esperaba fueran liberados tras la sentencia de 29 años contra José Cedeño y José Zorrilla este miércoles 11 de agosto.
En cuanto a Joselyn Barreto y Dayana Nicieza las “amigas” de la víctima Ángela Aguirre, se supo que deben esperar a que la Corte de Apelaciones decida sobre sus situaciones. Aunque otras fuentes indican que ambas mujeres fueron absueltas.
Familiares de Ángela Aguirre han sido tajantes al afirmar que lucharon por el traslado del caso a Caracas, porque “fiscales y jueces de Puerto Ordaz estaban implicados en irregularidades” y presuntamente (siempre según los familiares), “le estaban dando largas al caso” posiblemente para beneficiar a los “monstruos que violaron y asesinaron a Ángela”.
“No eran amigos…solo una jauría de monstruos asesinos”
Es sabido que las audiencias sobre el caso Ángela Aguirre se realizaron en el estado Bolívar, pero la familia de la víctima pidió traslado, insistiendo en las presuntas irregularidades con fiscales y jueces estatales.
Aunque no se ha comprobado nada, familiares de la víctima dijeron en su oportunidad que supuestamente los familiares de los violadores y asesinos, habrían pagado hasta 100 mil dólares y entregado bienes muebles e inmuebles a los responsables del caso para que los beneficiaran.
La madre de la víctima, asegura que la fiscal encargada del caso, le dijo “quédese tranquila que a su hija no le pasó nada de eso que dicen”. Incluso, aseveran los padres, que esta fiscal, presuntamente quiso “cambiar los resultados de la autopsia”, mandando practicar un segundo protocolo sin autorización, cuando la primera autopsia indicaba claramente que Ángela Aguirre había sido golpeada, violada y ahogada.
Al hablar del caso, fuentes familiares indicaron que los implicados “no eran amigos de ella (de Ángela Aguirre), solo son una jauría de monstruos asesinos y pagarán por su desmedida crueldad, por la ley humana o por la ley Divina, pero pagarán…”.
La macabra naturaleza del hecho, indignó a tal grado a los habitantes del estado Bolívar, que se movilizaron masivamente y viralizaron un movimiento en las redes sociales, al punto que el mismo director del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) Douglas Rico, se trasladó a Guayana en su momento para dirigir las investigaciones. Tras esto, el caso fue referido a Caracas.
¿Cómo ocurrió el monstruoso hecho?: Crimen en la isla
Como ya se sabe, aquel fatídico 23 de marzo de 2019, la menor de edad Ángela Aguirre de 16 años, estudiante del quinto año de bachillerato en San Félix, estado Bolívar, pidió permiso a sus padres para ir al cumpleaños de “su amigo” José Alberto Cedeño que se celebraría en el Club Ítalo de esa ciudad del sur de Venezuela.
Al parecer la inocente Ángela insistió mucho, por lo que sus padres Ángel Daniel Aguirre y Yerlis Yaguare accedieron a que fuera, pero con la condición de que no se fuera a otra parte. Desgraciadamente ni Ángela ni sus padres sabían que aquellos que la jovencita llamaba “amigos”, eran unas bestias despiadadas.
Fue entonces Ángel Aguirrre, el padre de Ángela, llevó a esta hasta el club Ítalo y la dejó ahí a eso de las 5:00 de la tarde, sin saber que nunca jamás vería con vida a su bebé.
En medio de la fiesta, las dos “amigas” y los cinco “amigos”, convencieron a Ángela Aguirre para que se fueran todos hasta la isla Terecaya. La adolescente se debatió entre sus amigos y obedecer a sus padres, pero a fin de cuenta, tomó la peor opción.
Alrededor de las 6:30pm estaban todos subiendo a una lancha para dirigirse a la isla La Terecaya, ubicada en medio del caudaloso río Caroní, donde seguirían la fiesta. Su madre Yerlis Yaguare se enteró al ver un selfie de su hija en traje de baño y con salvavidas, sonriente a bordo de la lancha; luego…silencio.
Pudo enviar mensaje de voz a una amiga: “…me violó”
Alrededor de las 2:00 de la madrugada, los preocupados padres de Ángela Aguirre recibieron una llamada funesta: era la madre del perverso cumpleañero José Alberto Cedeño, quien dijo con frialdad que “la niña se cayó de la lancha y no la encontraban”.
En ese momento de dolor y angustia infinita, los padres de Ángela no se percataron, pero luego, sospecharon que esta mujer, estaba alcahueteando a su joya de hijo por algo mucho más siniestro y aterrador.
La corazonada, el instinto de padre tenía razón, pues en un mensaje de voz que la aterrorizada Ángela Aguirre le envió a una amiga y que luego se hizo público, se escucha cuando la víctima dice entre otras cosas: “José Alberto me dejó desnuda y me violó…”.
Ya después, parece que sus victimarios le quitaron el celular para que no los delatara y la golpearon salvajemente, para posteriormente lanzarla al río sin piedad.
Evidencias y pruebas: Lanzada al río, aún con vida
Tres días pasaron las autoridades buscando a la desventurada Ángela. Su cuerpo fue hallado flotando, con traje de baño y salvavidas puesto, a casi ocho kilómetros río arriba, en adyacencias del Balneario El Rey del río Caroní.
Los siete presuntos criminales no dijeron nunca donde podían encontrar el cuerpo, aunque aparentemente lo sabían, como lo indicaba una de las evidencias. Ocurrió que los expertos del Cicpc determinaron que era imposible que el cadáver hubiera corrido “corriente arriba”, más cuando las exclusas de la represa de Macagua estaban abiertas. Por eso se determinó que el sitio donde fue localizado, era el sitio donde fue abandonado.
El forense determinó que la víctima presentaba indudables signos de haber recibido un violento golpe con un objeto contuso en la cabeza y la cara, lo que le causó “traumatismo craneoencefálico y facial”.
La reveló además que la muchacha había sido violada y que su sufrimiento fue llevado al máximo, pues para el momento de ser lanzada a las aguas del Caroní, estaba agonizando, pero no estaba muerta. Luego, en su indefensión, se ahogó.
La justicia Divina y la de los hombres
Para familiares, amigos y el pueblo venezolano en general, el castigo de 29 años de prisión para dos de los perpetradores (José Alberto Cedeño de 18 años y José Zorrilla de 44) anunciado por las autoridades judiciales hace justicia en parte, solo en parte, pues creen que los otros tres hombres y las dos muchachas implicados deberían correr la misma suerte.
Pero como dijo un allegado de la víctima en Puerto Ordaz que no quiso ser identificado: “deberán vivir con ese infierno, ellos, los que creen que se escaparon de la prisión, pero ellos, Orlando (Salazar); Wilmer (Díaz); Glauder (Zorilla) y las malignas Joselyn (Barreto) y Dayana (Nicieza), puede que salgan, pero no escaparán a la justicia Divina por más que se escondan…”.
Familiares pidieron a las jovencitas, no creer ni dejarse llevar por falsos amigos, pues desobedecer a sus padres, que solo quieren el bien para ellas, puede llevarlas a la perdición, a un trágico final como le ocurrió a la pobre Ángela Aguirre.
