El presidente de la Asociación de Empleados de la Universidad de Carabobo, Pedro Ulacio, se opuso firmemente a la decisión del Ejecutivo de disminuir el monto del bono de guerra destinado al personal jubilado de la institución.
Ulacio subrayó que, en esta ocasión, el sector recibió solo 112 dólares, una cifra inferior a los 120 dólares habituales. Esta situación, según él, constituye un acto discriminatorio hacia los jubilados universitarios, quienes representan a uno de los grupos más vulnerables dentro de la clase trabajadora. Muchos dependen de estos recursos para adquirir sus medicamentos y enfrentan dificultades adicionales para conseguir un segundo empleo.
«Es inaceptable que, en lugar de mejorar los ingresos, cada día se vuelvan más precarios. Además, se está vulnerando la contratación colectiva, que establece que tanto el personal activo como el jubilado tienen igual derecho», expresó Ulacio.
El presidente de la asociación insistió en que los bonos no equivalen a salarios y no afectan las prestaciones, vacaciones o aguinaldos. «Parece que se busca dejar en la pobreza a los trabajadores», añadió.
Ulacio también hizo un llamado al Ejecutivo Nacional y al ministro de Educación Universitaria, Ricardo Sánchez, para que rectifiquen urgentemente las políticas implementadas.
«Necesitamos una respuesta inmediata. ¡Basta ya de burlas y atropellos! Exigimos un aumento salarial digno y suficiente», concluyó.
