Cristian Antonio Cooz.-En horas de la tarde-noche de este domingo 26 de abril, cuatro hombres fueron masacrados a tiros al sur de Valencia, estado Carabobo, mientras se encontraban atados de manos con una larga cuerda que los unía y los inmovilizaba.
El dantesco hecho ocurrió específicamente en una zona enmontada, dentro de una casa de bloques a medio construir en los predios de la urbanización Santa Inés y la parte trasera de Ciudad Chávez.
Según la manera en que estaban atados los cuerpos, todo indicaba que los despiadados asesinos los llevaron hasta ese sitio en fila india, como si fueran los elegidos para un sacrificio sangriento.
Asesinados ahí mismo
Presuntamente, luego de ser bajados de una camioneta de características desconocidas, los que iban a morir fueron conducidos a cachazos, puñetazos y patadas hasta la derruida construcción de bloques de cemento.
Una vez ahí, se cree que suplicaron por sus vidas con gritos desgarradores, pero sus demoníacos asesinos, los colocaron contra un muro y pum, pum, pum…los fueron asesinando a sangre fría con certeros tiros en la cabeza.
La policía determinó que ese no fue un sitio de liberación, si no el sitio del cuádruple homicidio, por varios macabros detalles, entre ellos, la sangre y sesos que mancharon la pared donde las balas hicieron estallar las cabezas de algunas de las martirizadas víctimas.
Atados por la misma suerte
Se cree que al ser ajusticiado el primero, los otros tres hombres no solo gritaron, sino que intentaron correr de sus verdugos, pero no había nada que hacer, estaban atados a la misma y desgraciada suerte.
Cuando los vecinos escucharon los gritos torturados y los poderosos balazos, notificaron el hecho a la Policía Municipal de Valencia, quienes a su vez dieron parte a los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).
Presuntamente en el sitio de la masacre, fueron hallados casquillos de balas de 9mm. Hasta horas de la noche se desconocían las identidades de las víctimas, pero se corroboró que los cuatro eran de piel morena y cabello corto.
Uno vestía un jeans con franelilla blanca; el segundo, franela negra y short multicolor; el tercero, franelilla blanca, short multicolor y zapatos deportivos; el cuarto, vestía camisa negra, jeans y botas de caucho de color negro.
Los cadáveres de los infortunados, quedaron ensangrentados en un rincón de la referida construcción.
Cuando llegó la policía científica, la escena del crimen estaba invadida por decenas de curiosos que acudieron para el dantesco espectáculo de muerte y sangre.
Los agentes del Cicpc colectaron indicios en el sitio para tratar de vincularlos con los despiadados verdugos que perpetraron el cuádruple homicidio y dar con el paradero de los mismos.
Fotos cortesía..vía @jacin44