!Dantesco! Abuelita rusa asesinaba niños y hacía empanadas que regalaba en su pueblo

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Cristian Antonio Cooz.– Para la mayoría de quienes conocían a la abuelita rusa Sofía Zhukova de 80 años de edad, residente del pueblo ruso de Berezovka, ella no era precisamente el modelo de ancianita bondadosa y amable. Era solo una «bruja amargada».

Y es que Zhukova odiaba a los niños y no tenía reparos en decirlo a quienes quisieran escuchar.
Otras personas disentían. Aseguraban que no podía ser tan mala, porque de vez en cuando, hacía empanadas, pasteles de carne y dulces con sus propias manos y los regalaba a todos los moradores del conjunto residencial de aquel pueblo ruso.

Era curioso que los pobladores no cayeran en cuenta que había algo sospechoso en esos derroches de aparente generosidad de parte de la abuelita, pues ni aun cuando regalaba sus empanadas, pasteles y dulces a quien los quisieran, se dignaba regalarles también una sonrisa, ni una mueca torcida que la simulara.

Incluso quienes se comían sus empanadas, dirían luego, que sentían escalofríos al ver su rostro ajado, como de momia egipcia y sus ojos profundos de mirada que se antojaba maligna.

La bruja de Blancanieves

Mientras repartía sus «creaciones culinarias», siempre mostraba su «cara de perro», como si estuviera regalando algo peor que la manzana envenenada de la bruja de Blancanieves.

Por esa actitud contradictoria, los más prudentes no le aceptaban nada, pero se dice que el 80% de los vecinos, sí comió lo que les daba sin sospechar la macabra verdad, pese al sabor «peculiar» de aquellos alimentos y a las desapariciones de niños y adultos que comenzaron desde 2005.

Se jubiló en una carnicería

La abuelita Zhukova había llegado a aquel bucólico pueblo ruso hacía 15 años atrás, cuando ella contaba con 65 primaveras.
De entrada, se aisló de todos. Y a quienes insistían en mostrarle afecto, los asustaba con cuentos bizarros de como ella misma, con cuchillos carniceros, sierras y hachas, desollaba descuartizaba reses y cerdos en el matadero donde trabajó por muchos años.

Prontó pasó a ser conocida como una abuelita amargada, pero inofensiva, que se inventaba historias para alejar a todos y evitar familiaridades ni fisgoneos en su vida privada.

Cuando los niños de su edificio hacian ruido en los pasillos del piso donde quedaba su departamento, los insultaba desde su puerta y amenazaba con terribles torturas; cosa que los padres de los niños tildaban de exageraciones de muchachos cuando estos les contaban.

La mató e hizo empanadas para el velorio

A finales del año 2005, hubo un incidente donde una niña de 8 años de nombre Anastasia Alexeenko, desapareció sin dejar rastro.

Se decía entonces que esa misma niña, había arrojado helado contra la abuela Zhukova cuando esta la había mandado callar hacía días.

Resultó que (como se sabría más tarde en 2019), aquella «vieja inofensiva», había emboscado a la pequeña Anastasia cuando esta regresaba de la escuela al conjunto residencial.

Sin piedad, la demoniaca vieja le partió el cráneo con un tubo de matar cerdos y arrastró el cadáver a su departamento del primer piso; lo descuartizó y preparó las empanadas que ofreció a los vecinos, incluso a la atribulada familia de la pequeña y los asistentes al velorio posterior al macabro hallazgo de la cabeza decapitada de la pobre Anastasia y sus tripas que eran comidas por perros de la zona.

Aun así, nadie sospechó de la abuelita rusa. Para todo el pueblo solo seguía siendo una vieja excéntrica e inofensiva. No lo sabían, pero…tenían un monstruo caníbal anidado en su comunidad.

Ahora, haciendo un recuento, la policía rusa cree que, o la vieja caníbal era muy ladina, o sencillamente los vecinos eran muy ciegos e ingénuos, «rayando en lo estúpido», según oficiales que mantuvieron el anonimato.

Peor que Jack el destripador

En los años sucesivos, desaparecieron al menos cuatro niños más, y todos, eran de quienes llamaban «bruja» a la vieja caníbal y hacían bulla frente a su departamento. Increíble, pero aun así, nadie sospechaba de ella.

En 2013, una antigua amiga de su juventud, entonces de 83 años, vendió su casa en Moscú y se mudó con Zhukova, sin saber que había ido a caer en manos de un ser más perverso y peligroso que el mismísimo Jack el Destripador.

Sin piedad, Zhukova asesinó y se comió a su amiga; robó el dinero de la venta de su vivienda y claro…hizo empanadas para darle a los vecinos.

Lo que finalmente desató poderosas sospechas entre los vecinos luego de 14 largos años, fue que un conserje le había alquilado un cuarto a la abuelita rusa y también se esfumó. Sus huesos descarnados fueron hallados siendo roídos por perros en una de las calles adyacentes.

La policía abrió una investigación y luego de unos meses, allanaron el departamento de Zhukova para descubrir algo dantesco !aquella era una abuela caníbal que hacía empanadas con carne humana para regalar a lis vecinos del pueblo!

Esto conmocionó a toda Rusia. En el refrigerador de Zhukova, fueron encontrados trozos del cuerpo del conserje, así como sus tripas congeladas y genitales.

Aquel monstruo con cara de abuela, fue apreasado y solo ahora, es que se conocerán más detalles del espantoso caso de como la abuelita rusa asesinaba niños y hacía empanadas que regalaba en su pueblo.