Cristian Antonio Cooz.-Este domingo 27 de febrero, el “David” Ucrania y el “Goliat” Rusia, sostendrán conversaciones de un hipotético alto al fuego, entre las partes en la frontera de Bielorrusia, atendiendo la oferta del dictador Alexandr Lukashenko de que las tropas, aviones, misiles y helicópteros rusos estacionados en su país, permanecerán inactivos para facilitar el diálogo.
Analistas internacionales creen que la sorprendente resistencia de ucraniana ante el “imparable” ejército ruso que creyó iba a realizar un “paseo militar” contra Ucrania, ha obligado al enfurecido Vladimir Putin a sopesar los contactos con Kiev.
Aunque “Putin no ha dicho nada de estas conversaciones, delegó a su servil socio Lukashenko para que ponga la cara por él”, dijeron fuentes ucranianas en el campo de batalla.
El gobierno del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, anunció que la conversación se llevará a cabo en la frontera Ucranio-bielorrusa, cerca del río Pripiat. Esto fue notificado por el canal oficial de Telegram de Zelenski.
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Según dijo el mismísimo portavoz del Kremlim, Dmitri Peskov, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky y de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko hablaron por teléfono y al terminar esa conversación telefónica, Lukashenko solicitó a Putin que no retirase a la delegación rusa que esperaba en Minsk.
Así, el dictador Lukashenko pone su cara ante el mundo para sacarle las castañas del fuego a su jefe Vladimir Putin, e intentar de esta manera un alto al fuego que podría ser condicionado. Luksashenko se comprometió a la seguridad y el regreso a sus bases de la delegación de Ucrania que acuda al encuentro.
Por otro lado, Vladímir Medinski, asesor de Vladimir Putin, había informado que una delegación rusa se desplazaba hacia Gómel, cerca de la frontera con Ucrania para negociar un posible cese de las hostilidades.