Cristian Antonio Cooz. – Este domingo 11 de julio de 2021 ocurrió algo increíble en Cuba: miles de cubanos hartos de pasar hambre y otras privaciones sufridas por más de medio siglo e intensificado por la pandemia de covid-19, se echaron a las calles para protestar masivamente a los gritos de «Patria y Vida», «abajo la dictadura» y «no tenemos miedo».
Este inédito episodio que cogió por sorpresa al gobierno de Díaz Canel (heredero de Fidel y Raúl Castro), comenzó como un fuego pequeño en la localidad de San Antonio de Los Baños, a unos 33 kilómetros al suroeste de La Habana.
Pronto se sumaron lugares como Matanzas, Santa Clara, Camagüey y varias localidades de La Habana.
Los pocos que poseen celular o conexión a Internet, fueron haciendo videos y los pasaron a otras comunidades en toda la isla, por lo que a las pocas horas, la manifestación creció como fuego arrasador en toda Cuba.
Gobierno tumba internet en toda Cuba
El gobierno tumbó el Internet, en un intento de parar esta multitudinaria e insólita protesta callejera que llega «de un pueblo acostumbrado a ser sometido y humillado, el gobierno tumbó el Internet en toda Cuba», dijo uno de los manifestantes que no quiso ser identificado.
Aunque el servicio de Internet en la isla es sólo para privilegiados, muchos cubanos de a pie han podido acceder al servicio muy limitadas veces, y en esta oportunidad lo hicieron para sumar pueblo a las protestas.
Facebook fue una de las plataformas preferidas para retransmitir las manifestaciones en medio de una crisis sanitaria, económica y humana que se intensificó con la pandemia, pero que ya lleva muchos años con las políticas del gobierno comunista instaurado por el ahora fallecido Fidel Castro.
La youtube opositora al gobierno de Cuba, Yohani Sánchez, @yohanisanchez escribió en twitter: «En Palma Soriano, Santiago de Cuba, también salieron a las calles al grito de ‘libertad’ y que se vayan».
«Una larga pesadilla»
Desde el inicio de la pandemia de Covid-19 en 2020, los cubanos han sido forzados a volver a realizar las colas por alimentos y medicinas y padecen cortes eléctricos contínuos, sumiendolos más en la desesperación que ya padecían desde antes, pero a la que se agregaron altas cifras de muertes por el coronavirus que se estiman en unos 1500 decesos y unos 250 mil contagios a la fecha.
La usuaria de twitter Erica Guevara Rosas @EricaGuevaraR escribió: «Son varias protestas pacíficas y espontáneas en varias partes de #Cuba. Se reportan cortes de Internet en lugares donde cientos de personas se han tomado las calles. Nos mantenemos vigilantes y demandamos al gobierno de
@DiazCanelB
que se respete el derecho de asamblea pacífica».
En las redes sociales, desde Cuba o desde el exterior, se había venido solicitando facilidades para ayuda humanitaria desde el exterior, e incluso se propone un «corredor humanitario» para luchar contra la pandemia, pero el gobierno de Miguel Díaz Canel se ha negado a esto por no considerarlo necesario.
Esta masiva manifestación callejera en Cuba, es la más grande desde 1994 durante el llamado «Maleconazo», donde hubo saqueos y disturbios que culminaron con la llegada del mismo Fidel Castro, que prometió muchas cosas a los enfurecidos manifestantes de entonces.
Usuarios de las redes sociales insisten en que «Cuba está despertando de una larga pesadilla» y que quieren que regrese la libertad.
Díaz Canel culpa a Trump y da «orden de combate»
En horas de la tarde del mismo domingo, el presidente de Cuba Miguel Díaz Canel salió en televisión para llamar a la calma y para culpar al expresidente estadounidense Donald Trump por las penalidades que sufre el pueblo.
«Las medidas que adoptó la Administración Trump de los Estados Unidos con el objetivo de asfixiar la economía del país, para provocar un estallido masivo y llamar a una intervención humanitaria», dijo Díaz Canel en su discurso.
Finalmente, extendió una orden inquietante a sus seguidores: «La orden de combate está dada, a la calle los revolucionarios».
Muchos vieron en esta orden, el elemento que faltaba para choques entre el pueblo opositor y los comunistas revolucionarios de línea dura castrista.