Cristian Antonio Cooz.-Con solo 30 por ciento de la obra “medio hecha”, hace ya cuatro años que la constructora Ingeniería GBR (que ganó la licitación de lo que sería el Terminal Turístico de San Diego), recogió sus macundales y se fue, esgrimiendo el insólito argumento de que ‘”no tiene plata”.
Esta silenciosa salida, catalogada por los 800 copropietarios afectados como “bochornosa y cínica”, ha generado un gran problema para ellos y el patrimonio de sus familias. Con este saldo desastroso, los afectados se preguntan entonces: ¿cómo fue posible que una empresa tan irresponsable ganara una licitación tan importante realizada por la alcaldía de San Diego? ¿Qué pasó con el dinero que cobraron inicialmente para arrancar el proyecto? ¿qué pasó con el dinero de los locales que vendieron antes de ser construidos?
Para más Inri, hasta los afectados ha llegado la noticia de que supuestamente los propietarios de la constructora GBR, se fueron del país, “dejaron el pelero”, como dicen amargamente algunos de los 800 afectados.
De acuerdo a la información aportada por Jesús García y Diana Garzón, son 800 copropietarios afectados por esta obra plagada de irregularidades que no solo los afecta a ellos, sino al propio municipio carabobeño.
Destacó García que desde el año 2012 comienza la alcaldía a dar permiso para la venta de los futuros minilocales que iban a estar ubicados en este Terminal Turístico de San Diego, que tenía como finalidad reemplazar al Big Low Center.
Explicó también que la alcaldía, como dueña del terreno crea un contrato mixto con la Ingeniería GBR, donde de paso le dona dicho terreno, para que GBR no solo construyera, sino que también vendiera dichos locales. Es decir, pagaban y se daban el vuelto. Un negocio redondo.
GBR: no tenemos ni medio
Sin embargo en 2014, la constructora GBR cambió su dirección fiscal, se llevó la maquinaria sin permiso de la alcaldía y presuntamente sus dueños “levantaron vuelo”. La empresa alegaba falta de materiales, crisis económica, crisis política, entre otra cosas, pero constructores de la zona siguen sus obras, a paso lento, pero lo hacen. Lo que evidencia la falta de disposición y seriedad de esta constructora y rebate sus argumentos, dijo García.
Parece que aun cuando sabían que no iban a terminar de construir el Terminal Turístico de San Diego, siguieron vendiendo locales hasta el último momento, recordó García, quien adema comentó que han solicitado múltiples reuniones con la alcaldía y que lo único que han escuchado hasta ahora, son justificaciones para la empresa GBR que rayan en lo cínico: “Entiendan, es por la situación del país”, ¿y quién nos entiende a nosotros?, se preguntó García.
Por su parte, Diana Garzón dijo que la garantía otorgada por la constructora al momento de la licitación, no fueron actualizadas en los años de construcción del proyecto, lo que los deja desprotegido en su patrimonio.
Destacó igualmente que en reuniones con el síndico del municipio San Diego, la abogada Indira Falcón, Vicenzo Scarano, Rosa de Scarano, y León Jurado, no se ha obtenido respuesta sobre el hipotético reinicio de la obra, y que solo han escuchado que se debe entender la situación y que la constructora GBR no tiene la culpa de no tener liquidez monetaria para poder culminar la obra que sería emblemática de San Diego.
Por todas estas irregularidades, los afectados piden públicamente ante el Concejo Municipal de San Diego, específicamente en carta firmada por los afectados y dirigida al vicepresidente de esta cámara, Angel Enrique Luna Lira, sea investigado el patrimonio de la constructora Ingeniería GBR y que sea evaluado el documento de permuta que la alcaldía le otorgó sobre los terrenos propiedad del municipio.
