Lo que Alemania no logró con dos guerras mundiales, lo logra ahora con el Brexit del Reino Unido

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Cristian Antonio Cooz.-Lo que no logró a punta de bombas, balas, tanques, submarinos y bayonetas en dos guerras mundiales, Alemania lo logra ahora por la vía pacífica…ser la líder indiscutible de Europa tras el Brexit que deja fuera del continente a su histórico contendor…el Reino Unido.

Y es que a la medianoche (hora de Bruselas, Bélgica), del 31 de enero de 2020, «la vieja Inglaterra» dejó de formar parte de la Unión Europea, tal como lo estableció el referendum del año 2016.

Para muchos, el resultado de este referendum fue una sorpresa, incluso se dijo en su momento que los electores se arrepintieron luego de haber votado a favor de la salida, pues no comprendían bien las implicaciones.

Mientras que los partidarios del Brexit (palabra compuesta de Britain y Exit, Bretaña y Salida, en inglés), fue un logro para el país desligarse de la U.E.

Vivir en la U.E…con permiso de Alemania

Sea como fuere, el tiempo lo dirá. Por ahora, ni los nacionales del Reino Unido ni sus empresas sentirán mucho la diferencia, pero a partir de enero de 2021, cuando comienza la nueva década, las consecuencias de la salida de la U.E (ventajosas o adversas), sí que se harán sentir.

Los cambios principales serán en el tema migratorio. Ya no habrá libre tránsito de personas entre el Reino Unido y la U.E. Los nacionales del R.U., que deseen establecerse en territorio de la Unión Europea deberán cumplir con los requerimientos de los países comunitarios, principalmente de Alemania, la «locomotora de Europa».

Son sutilezas, pues Europa no es territorio ocupado de Alemania (¿o sí?), pero es la sencilla verdad. Siendo Alemania la cabeza indiscutible de la U.E, los ingleses tendrán que respetar su influencia entre los demás países europeos, sus decisiones y sus regulaciones migratorias, económicas, políticas y de otra índole para negociar con el continente.

Alemania potencia mundial, sin palos de escoba

Dejando de lado los necios sueños imperiales y baladronadas del Kaiser Guillermo, así como las sangrientas y bufas estrategias de Hitler para ser dueño de Europa, Alemania, al final, lo ha conseguido.

Muchos se mofan de que la Alemania de la actualidad es sin duda una potencia económica, pero  arguyen que su peso político es «muy ligero» al tener unas fuerzas armadas tan débiles.

Nadie olvida el bochornoso episodio de septiembre de 2014 cuando los soldados alemanes de un batallón mecanizado de la Bundeswehr enviado a Noruega para unas maniobras de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), a falta de ametralladoras en sus vehículos, pintaron de negro palos de escoba para simular tales armas.

Desde 2016, la canciller alemana Angela Merkel, ha venido anunciando el incremento del presupuesto militar, para colocarlo más allá del 2

Pierde un aliado poderoso
Irónicamente, la Alemania del siglo XXI; la trabajadora, la introvertida, la gruñona, la fría y la acomplejada por los crímenes nazis, no quería quedar a la cabeza de Europa ella sola.

Su antigua enemiga Inglaterra, se había convertido en su aliada más poderosa en el seno de la U.E. frente a las amenazas rusas, con el tema presupuestario de otros socios, frente a la crisis económica y los problemas con Grecia. Londres siempre apoyó a Berlín.

Ahora, cuando a la medianoche del 31 de enero se consumó la separación del Reino Unido del continente, Alemania quedará como lider de Europa. Es cierto que su contrapeso será Francia, pero los franceses no son dados a cargar o resolver los problemas de otros.

Lo único cierto es que el eje París- Berlín, debería ser en teoría la nueva columa vertebral de la U.E, pero seguramente Alemania cargará con todo el peso.

Los historiadores recuerdan que la Unión Europea (sucesora de la Comunidad Económica Europea), se fundó para limitar el poder alemán y que ahora, por cosas del destino, el liderazgo por el que Berlín luchó de 1914 a 1918 y de 1939 a 1945 y que nunca consiguió, ahora se le ofrece en bandeja de plata.

No es que ahora Alemania pueda imponer su voluntad a la fuerza como anhelaba el Kaiser Guillermo del II Reich ni como quería el criminal Hitler con su III Reich. Es más complejo. Ahora puede imponer su voluntad por la vía legal, por méritos propios y será escuchada y obedecida por los países comunitarios.

Lo cierto es que, Alemania, mucho más madura y experimentada, podría resultar una buena opción para llevar a Europa (la que quiso dominar antes por la fuerza), a ser mucho más grande por el argumento de la paz, de excelente planificación económica e incluso, a ser junto con Francia, una gran potencia militar con un ejército paneuropeo que desplace a la OTAN y a la dependencia de Estados Unidos. Alemania está madura para liderar a Europa.