Por: Cristian Antonio Cooz/Foto: US Navy.-Mientras Donald Trump deshoja la margarita de la guerra y la diplomacia, y Tel Aviv y Teherán siguen con el “toma y dame” de misiles que sume a sus civiles en la tragedia, la poderosa maquinaria bélica de Estados Unidos se engrana, se posiciona y se ajusta para posiblemente dar un golpe mortal a Irán y al régimen teocrático del Ayatola Jamenei que se tambalea desde que Israel le atacó el 13 de junio con la operación León Ascendente.
Nadie sabe si Trump lo hará o no lo hará (atacar Irán), pues como ha dicho “ni yo sé todavía”, pero eso no impide que las flotas de guerra norteamericanas, con los Portaaviones a la cabeza, tomen posiciones estratégicas para ejecutar la orden que, parafraseando al presidente norteamericano “puede llegar justo un segundo antes de que la vayan a poner en marcha”.
Ante la indecisión hamletiana de Trump, la Quinta Flota de Estados Unidos (con el portaaviones nuclear Carl Vinson y su grupo de ataque) que tiene base en Bahrein y cubre el Golfo Pérsico, El Mar Rojo, el Mar Arábigo y la costa de África del Este, se ha movilizado. La flota de la US Navy cuenta con el sistema Aegis (escudo de los dioses de la mitología griega), capaz de interceptar los misiles balísticos iraníes.
Mientras tanto, el Portaaviones Nuclear Gerald Ford y su grupo de combate se ha posicionado en el Mediterráneo Oriental. Igualmente, el Portaaviones nuclear Dwight Eisenhower se acerca desde el Mar Rojo hacia el Golfo Pérsico; mientras que el portaaviones USS Nimitz, está cruzando el estrecho de Malaca (entre la península Malaya y la isla de Sumatra) en el mar de china meridional con rumbo al estrecho de Ormuz.
Es decir, que por lo menos, tres portaaviones nucleares (el USS Carl Vinson, el USS Gerald Ford y el USS Nimitz) se posicionarían en el Golfo Pérsico, y Golfo de Omán, desde donde desatarían ataques con misiles y con sus respectivas alas aéreas embarcadas contra Irán.
Por si fuera poco, al parecer ya están listos los drones MQ-9 Reapers destacados en Kuwait; el Ala Expedicionaria Aérea 379 en Qatar en la base aérea de Al-Oudaid (la mayor de la región) y desde donde podrían operar los bombarderos B2 Spirit llevando la monstruosa bomba antibúnker GBU 57 MOP para atacar la instalación nuclear iraní de Fordo.
Aunque analistas militares creen que ante la negativa de Qatar de usar esa base para atacar a Irán, EE.UU., podría hacer que los B2 Spirit y su bomba MOP, vuelen desde la base aérea de Diego García (en el Océano Índico) a unos 5 mil kilómetros de Irán para atacar Fordo, que está bajo 100 metros de una montaña en la ciudad santa Qom, Irán. Es de recordar que el B2 Spirit puede volar 11 mil kilómetros sin repostaje.
Estados unidos también puso en alerta los aviones de las bases aéreas de Al-Asad y Arbil en Iraq y base Aérea Al-Dhafra en Emiratos Árabes Unidos. La base militar estadounidense en Siria también está en alerta, pues Irán, podría atacar con misiles cada una de estas bases. El aparato militar de EE.UU., ya movilizó también aviones bombarderos B-52; cisternas KC-135 Stratotanker, llegados por las bases aéreas de Morón y Rota, en España. También se han movilizado cazabombarderos F-16, F-22, F-35 y otros medios aéreos de combate.
Puede que sí, puede que no
Esto, a grandes rasgos, es el dispositivo que ha activado Washington por si Trump decide atacar Irán. Todo parece indicar que los portaaviones y sus grupos de combate, no se habrían movilizado solo para “mostrar fuerza”, sino como parte de la maquinaría del ataque que se aproxima contra las instalaciones estratégicas de Irán.
Independientemente de la angustiosa indecisión de Trump (quizás diseñada para sembrar pánico en Irán), las flotas ya le “sacaron punta” a sus misiles, aceitaron sus drones, cargaron sus bombas, arengaron a sus pilotos, movieron satélites y estudiaron mapas para sus planes de guerra.
Mientras escribimos esto, puede haberse desatado el infierno, aunque también puede que no. Nadie lo sabe, ni Trump, solo Dios lo sabe. Lo cierto es que todo está listo para el próximo acto de una guerra que puede llevar al mundo al desastre nuclear ¿o no?