Por: Cristian Antonio Cooz.-“Podemos hundirnos, pero nos llevaremos un mundo con nosotros”. Esta escalofriante frase nihilista del dictador alemán Adolf Hitler, muy bien podría pronunciarla su heredero espiritual, el dictador ruso Vladimir Putin “Putler”, quien al ver que una pequeña nación como Ucrania que pensó sojuzgar en pocos días, lo desafió y lo está venciendo, ahora amenaza al mundo con una hecatombe nuclear, ¿o solo serán pataletas nucleares porque Ucrania “no le hizo el favor” de rendirse a él?
Para expertos militares, Putin es un dictador loco como Hitler, y sin duda, si Adolf Hitler hubiera tenido en su poder el arma nuclear, no habría dudado en llevarse al mundo entero con él.
Ahora bien, aunque Putin esté infectado con la locura grandilocuente de un dictador megalómano que se cree un infalible genio militar y hasta el protagonista de una ópera de Richard Wagner que tanto gustaban al Führer, Putin no es Hitler; Putin quiere sobrevivir la derrota y reinar, Hitler no.
Refugiado en su lujoso palacio de Valdai
Entonces esto no lleva a la pregunta del millón: ¿Es sólo una pataleta nuclear de Putin porque Ucrania “no le hizo el favor” de rendirse a él? Podría ser. Aunque otros creen que un sujeto que quiera incendiar el mundo entero en la hoguera nuclear porque hizo el ridículo a manos de un enemigo más débil que él, no se refugia en un lujoso palacio como este sábado 24 de septiembre de 2022 lo ha hecho Putin mientras que en toda Rusia, aumenta el descontento, las protestas y detenidos por su decisión de dictar una movilización general disfrazada de parcial y enviar a hijos, padres, esposos y hermanos rusos a su guerra personal con Ucrania.
Putin quiere vivir y disfrutar de su efímero poder humano, aunque cree que es más que eso, como lo que cree todo dictador loco. Aunque amenaza todos los días a occidente porque no lo han dejado ganar en Ucrania, se va a su palacio Valdai, un edificio de mármol impresionante situado en un complejo de 7.800 hectáreas a orillas del Mar Negro en el Óblast de Novgorod a disfrutar de sus placeres mientras más y más rusos mueren y más familias se separan para mandar a morir a sus hombres.
Según fuentes de la prensa británica, este palacio Valdai, Putin disfruta en su piscina aclimatada de 25 metros, spa, aquadiscoteca, múltiples jacuzzis, saunas, baños turcos, podio de masaje tailandés, piscina de alta salinidad donde se flota libremente como si estuvieras en el Mar Muerto, entre otras excentricidades.
Un búnker de puro lujo
Pero lo más impresionante de este palacio Valdai junto al lago, que además posee restaurantes, casinos, cine, bolos, cancha de tenis, billar y cámaras para recibir a “sus amiguitas íntimas”, posee a varios metros bajo tierra un impresionante y lujoso búnker, nada que ver con el laberinto hediondo a orines, sudor, excremento y otros fluidos humanos como el que el nihilista Hitler tenía bajo la cancillería del Reich en Berlín y donde supuestamente se pegó un tiro el 30 de abril de 1945.
Al parecer Putin quiere sobrevivir a una humillante derrota, pero quiere más la victoria de destruir Ucrania y de ahí que obliga a más soldados a ir a su guerra. Pero si no lo logra, y usa el arma nuclear (aunque sea táctica en territorio ucraniano), sabe que la respuesta de la OTAN y todo occidente serán contundentes.
En este escenario, o Putin desencadena el Armagedón nuclear donde todos morimos, o sus mismos generales le cortan la cabeza (literal o metafóricamente) o sencillamente no usa el poder nuclear y trata de recuperarse de la humillante derrota como hizo dignamente EE.UU tras Vietnam y su reciente retirada de Afganistán, sin necesidad de amenazar con destruir el mundo por eso.