¡Se ganó su paila en el infierno! Hombre mató a golpes a su madre de 89 años y quiso fingir un accidente

1971

Cristian Antonio Cooz. – Un endemoniado sujeto mató a golpes a su anciana madre de 89 años y luego quiso hacerlo pasar como un accidente en un dantesco hecho ocurrido en Valencia, estado Carabobo.

Según las pesquisas del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) subdelegación Las Acacias, la viejita se llamaba Luisa Josefina Lozano (89) y el diabólico matricida fue identificado como
Luis Ignacio Hernández Lozano de  67 años de edad.

Se supo que luego de perpetrado el matricidio y tras varios interrogatorios en que el despiadado individuo se contradijo una y otra vez, terminó confesando su infinito acto de maldad, estremeciendo incluso a los curtidos funcionarios policiales.

Le daba atroces palizas

Al parecer este hombre, quien nunca había sido un hijo modelo, con el paso de los años se fue haciendo más y más perverso y su víctima preferida era… su propia madre.

Mientras su madre envejecía, la maldad de Luis crecía. Se cree que el corazón de madre de doña Luisa le impedía denunciar a su hijo Luis, pero justamente ese estoicismo fue lo que alimentaba más y más al monstruo.

Al parecer, alguien le dijo una vez a doña Luisa que debía reprender a su hijo si de verdad lo quería porque «el amor desmedido y ciego casi nunca hace ángeles, por lo general, hace demonios», pero ella nunca le prestó atención a eso y su hijo hacía lo que le daba la gana.

Fue así que desde hacía varios años atrás, Luis había tomado por diabólica costumbre, darle atroces palizas a su anciana madre, sin sentir remordimiento alguno.

Según algunos vecinos, «era común que este desgraciado que se ganó un puesto VIP en una paila del infierno, le pegara a su madre cada vez que quería».

Si pedía comida, le daba de patadas

Presuntamente, doña Luisa era como una especie de prisionera de la violencia de aquel ser perverso que tuvo en su vientre alguna vez, pero que ya era un demonio irreconocible para ella.

Incluso decían los vecinos que «algunas veces se escuchaban llorar a la pobre viejita, pero el monstruo de hijo que tenía, decía a los vecinos que su madre estaba loca».

Relataron los lugareños que incluso, si doña Luisa le pedía a Luis que le consiguiera algo de comer, este la agarraba a patadas y puñetazos.

Pero esta última vez, el endemoniado Luis se excedió. Fue tal la paliza que le propinó a la pobre doña Luisa, que la mató.

Al ver el cuerpo inerte, este monstruo criminal llamó a los vecinos y les dijo con descaro criminal que su madre había sufrido un accidente mortal. Nadie le creyó el cuento.

Al llegar la Policía Científica, Luis quiso seguir mintiendo, pero aunque era evidente lo que había pasado, se esperó el exámen forense y con esas irrefutables evidencias, los agentes le sacaron la verdad al monstruo.

Le mostraron fotos de su madre muerta y le explicaron que ya sabían que no hubo tal accidente. Ella fue golpeada hasta morir y que él lo sabía bien.

Al final el monstruo se desplomó ante el peso de su maldición y confesó. Él y solamente él había matado a su madre a golpes.

Así fue como se esclareció esta tragedia de detalles bizarros e inenarrables. El caso fue puesto a la orden del Ministerio Público para, que la justicia humana haga su trabajo.

«Ahora sólo falta que la inexorable justicia divina caiga con todo su peso sobre este monstruo quien seguramente arderá en el lago de fuego eterno», como dijo uno de sus vecinos.