El código penal de Evo Morales con el cual quería encarcelar pastores y criminalizar el cristianismo en Bolivia

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Cristian Antonio Cooz.-La Constitución de Bolivia en su artículo 4, contempla la libertad religiosa. Pero con la instauración del artículo 88, numeral 11 de un nuevo Código Penal, Evo Morales quiso criminalizar y encarcelar pastores evangélicos y controlar la religión católica y al resto de los cultos cristianos.

Con ese Código Penal, o de leyes que fueron aprobadas como la 351, el Estado de Evo, trató de controlar a los evangélicos y a la que Iglesia católica, obligándoles a pagar elevados impuestos, quizá con la intención de llegar a disolverlos, como intuyeron muchos.

Fue por eso que en enero de 2018, un grupo de pastores evangélicos se arrodilló a clamar a Dios ante el palacio de gobierno de Evo en La Paz. No para suplicarle a Evo, sino para pedirle al Altísimo que impidiera la nueva persecusión.

«La oración de ese día no fue escuchada por Evo, quien envanecido, hacía tiempo, había dejado de lado la humildad indígena, para ostentar la arrogancia de un Faraón o de un César», comentaría un hermano evangélico presente ese día en la Plaza Murillo.

De 7 a 12 años de prisión por acoger hermanos en el evangelio

El artículo del Código Penal de Evo por el cual la Iglesia Evangélica boliviana oraba para su derogación, dice textualmente: Será sancionado con prisión de siete (7) a doce (12) años y reparación económica la persona que por sí o por terceros, capte, transporte, traslade, prive de libertad, acoja o reciba personas con el fin de reclutamiento de personas para su participación en conflictos armados o en organizaciones religiosas o de culto”.

Es decir, que incluso llevar hermanos a la iglesia, a las células o a reuniones de oración, sería visto como conspirativo y penado por las leyes.

Para los entendidos, esta confusa ley ponía al cristianismo al mismo nivel que las organizaciones guerrilleras o terroristas que reclutan elementos para acciones armadas. Evo estaba tratando a los cristianos como malignas organizaciones de trata de blancas.

Y créanlo o no…la oración fue escuchada.

Los pastores pusieron en alerta a 2 millones de cristianos evangélicos bolivianos y pidieron elevar oraciones para que no se consumara la nueva persecusión.

“Solicitamos al presidente Evo Morales Ayma y las autoridades de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) la derogación inmediata del citado artículo 88 que lleva a Bolivia y esto es lo más grave y lamentable a convertirse en el primer país latinoamericano persecutor de los derechos de libertad de conciencia y religión consagrados en la declaración universal de los derechos humanos, la declaración del pacto de San José de Costa Rica y nuestra propia Constitución Política del Estado (CPE)”, indicó en enero de 2018 Luis Jaime Cruz, directivo de la Asociación Nacional de Evangélicos de Bolivia.

La voz de los cristianos evangélicos se elevó además a nivel internacional. “La discriminación y persecución a la que está siendo sometida la población cristina evangélica de nuestro país con la promulgación de la figura de trata de blancas, las iglesias cristianas evangélicas en nuestros país son instituciones de bien que buscan la rehabilitación del ser humano (…) y se nos ha puesto en una ámbito de criminalizar el ejercicio del evangelio”.

«Y créanlo o no…la oración fue escuchada», celebran ahora los evangélicos de todas las denominaciones y católicos en noviembre de 2019, casi dos años después.

Con retórica y engaño

Expertos en el tema religioso, opinaron que Evo Morales, con un discurso retórico y engaño, con populismo socialista, quiso hacer ver que reivindicaba las antiguas tradiciones indígenas, reemplazadas a la fuerza por la iglesia católica de la época de la conquista y colonización de América.

«Evo quiso sembrar odio contra el cristianismo para regresar a los creyentes a los estadios de anteriores a la promesa de salvación del cristianismo. Como su maestro oscuro, Hugo Chávez de Venezuela, se envaneció y quiso retar a Dios», opinaron los evangélicos en La Paz.

Evo: no me podrán ganar

Los periodistas y los médicos también habían protestado contra este Código Penal. Pero Evo solo dijo que eran «conspiraciones contra el proceso de cambio» y advirtió «no me podrán ganar porque tengo el respaldo del pueblo organizado».

Desde ese enero de 2018 (a decir de los creyentes cristianos evangélicos y católicos), comenzó la caída de Evo Morales que finalmente se consumó el pasado domingo 10 de noviembre, cuando acosado por la furia del pueblo (tras comprobarse fraude en las elecciones del 20 de octubre), y el abandono de los policías y los militares, Evo Morales cayó, como un ídolo con pies de barro.

Ahora, los cristianos piden al nuevo gobierno, la abolición definitiva de la maligna herencia de Evo, la eliminación del Código Penal y las leyes de Evo, que pretendían criminalizar el evangelio.