A 77 años del Desembarco de Normandía y los soldados que lo hicieron posible

1896

Por: Cristian Antonio Cooz.-“Se acerca su liberación”, fue la frase más directa, estremecedora y premonitoria del Comandante Supremo de los Ejércitos Aliados en Europa, Dwight Eisenhower durante una transmisión radial dirigida a los pueblos oprimidos por la bota Nazi de Adolf Hitler cuando un día como hoy  6 de junio de 1944, hace 77 años,  comenzó el Día “D” o la invasión de Normandía en el marco de la Segunda Guerra Mundial.

La más grande operación anfibia de la historia humana también conocida como “Overlord” o Desembarco de Normandía, fue el culmen de los esfuerzos bélicos del mundo libre por derrotar a Hitler, quien oprimía Europa desde el comienzo de la Segunda Guerra Mundial con la invasión de Polonia en 1 de septiembre de 1939.

Eran como las 6:30 de la mañana de aquel lluvioso y helado 6 de junio, cuando las tropas comenzaron a desembarcar en las playas francesas de nombre código Omaha, Utah, Gold, Sword y Juno. El cielo de un color plomo impenetrable, infundía el pánico de una siniestra e inminente catástrofe. Era como si el clima normando se hubiera aliado con la peste nazi que contagiaba casi toda Europa y vistiera el uniforme de las SS de Hitler.

Con los nervios de punta, los soldados aliados que iban a desembarcar, presenciaron previamente el bombardeo naval de la flota aliada contra el tramo normando del “Muro del Atlántico de Hitler”. Los estampidos de los cañones de los buques se desencadenaron a las 5:45 y se extendió hasta las 6:25. Al termino del mismo, los soldados en sus lanchas de desembarco sabían que había llegado la hora…

Pese a sus miedos, estos hombres normales, llamados muchas veces héroes y con mucha razón, lo superaron todo. Las olas, el mareo, las balas feroces de las escalofriantes y efectivas ametralladoras MG42 “las sierras de Hitler”; superaron el agua helada, los cañonazos, la metralla aérea de los pocos aviones de la Luftwaffe que podían combatir, las minas y el todo el torbellino de terror que giraba alrededor de sus frágiles vidas humanas.

Pero estos hombres que pusieron pie en las playas de Normandía (ni los que se ahogaron al saltar de las lanchas de desembarco o fueron ametrallados sin piedad nomás abrir las compuertas de sus transportes), no estaban solos; eran la vanguardia de 160 mil hombres decididos a acabar con la brutal e inhumana dictadura Nazi de Adolf Hitler.

Miles de barcos y aviones a Normandía

El dispositivo era impresionante (13.000 aviones, 5.000 barcos, entre otros elementos), pero lo más impresionante de todo, fue y es, el valor de los soldados que superaron sus miedos e ingresaron a las fauces de la muerte aquel 6 de junio de 1944, para derrotar al régimen opresor que amenazaba con extender su peste al resto del mundo.

Temblando de miedo o ansiosos por entrar en combate, todas las emociones de los hombres que desde Inglaterra cruzaron el gélido Canal de La Mancha aquel Día hacia Normandía, se fundieron en una sola: Férrea voluntad de vencer y vivir, aun sabiendo que muchos debían morir.

El soldado de infantería, paracaidistas, de blindados, marinos, pilotos, zapadores o de comunicaciones, hicieron lo suyo. Si iban a morir, lo iban a hacer peleando. El clamor de estos, sus idiomas variados (checos, polacos, franceses, británicos, estadounidenses, canadienses y de otras naciones del mundo) se hizo un solo grito contra la barbarie Nazi. Todavia resonaba en su cabeza lo dicho por su Comandante Supremo Dwight Eisenhower horas antes: “¡La marea ha cambiado! Los hombres libres del mundo marchan juntos hacia la victoria…”

Más que el hecho histórico, hoy recordamos a los hombres que superaron sus miedos y dieron sus vidas en aquella cruzada que fue el Principio del Fin para un régimen destructivo cuyo único objetivo era esclavizar a la humanidad.

Lucharon por tu nombre y ni siquiera saben cuál es

La sencilla canción “Esta es tu vida” de la banda española “Hombres G” lo resume muy sentidamente: “Ellos lucharon por tu nombre y ni siquiera saben cuál es, jóvenes que llegan desde algún lugar pero todo sigue igual…ellos murieron en las playas, no todos pudieron cantar, ahora hay abuelos que no hablan de la guerra pero todo sigue igual…y yo no se por que no nos abrazamos, porque queremos aparentar tanta frialdad…y no, no se por que no somos todos hermanos, porque queremos aparentar tanta maldad…

Un homenaje para aquellos que hombres que nunca serán olvidados, que fueron más que frías estadísticas, que tenían familia, sueños y ganas de vivir, a aquellos hombres que lucharon y murieron en las playas de Normandía aquel 6 de junio de 1944 para que el mundo entero no se convirtiera en un gigantesco campo de concentración.