¿Cayó meteorito con geroglíficos en Barranquilla, Colombia?

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Cristian Antonio Cooz. – Habitantes de Villa San Pablo en la ciudad de Barranquilla, Colombia, despertaron la mañana de este miércoles 8 de septiembre para asombrarse hasta la locura, al ver que en el pueblo había «caído» un supuesto meteorito de varias toneladas de peso, más de 2 metros de altura por uno de ancho, y que de paso ¡tenía inscripciones geroglíficas!

Los pobladores no dudaron ni por un momento en que aquello era una roca espacial auténtica, enviada por extraterrestres, dado que las extrañas inscripciones de trazos de color blanco (más parecidas a graffittis), eran de factura «inteligente».

La gente no se podía creer aquello. Aseguraban que «cayó del cielo envuelto en llamas». Pocos se encerraron en sus casas, temerosos de que apareciera alguna nave alienígena a buscar la piedra que se les había caído, pero la gran mayoría se acercó al sitio.

¿Meteorito sin cráter?

Algunos creyeron en el acto que en efecto era un meteorito auténtico y que los caracteres escritos en él, era una advertencia extraterrestre.

Otros (los más centrados y perspicaces), se dieron cuenta se trataba de una broma «divinamente elaborada».

Advirtieron los más cultos, que aquello no podía ser un meteorito, porque de haber sido, (dado su peso de unas 10 toneladas), habría dejado un enorme cráter luego de una apocalíptica explosión que habría acabado con todo el pueblo.

Lo cierto es que la enorme piedra atrajo a cientos de curiosos, causando de una u otra manera, un poderoso efecto en ellos.

Como primates del monolito de Odisea Espacial 2001

Los pobladores rodearon el supuesto meteorito y lloraban, cantaban, bailaban o reían, pero nadie era indiferente a la roca «espacial».

Videos y fotos se hicieron de inmediato virales en toda Colombia.

En el material audiovisual que circula por la redes sociales, se observa a la gente haciendo y diciendo tonterías alrededor del meteorito, como si fueran los primates homínidos alrededor del monolito de la novela Odisea Espacial 2001 de Arthur C. Clarke.

Hasta un sujeto disfrazado de Supermán hizo acto de presencia para tomarse selfies sobre la roca que seguro no era de origen kriptoniano.

Los pobladores estaban como locos. Un borracho lanzó una botella al meteorito, otros lo tocaban pidiéndole deseos, mientras otros lo besaban, le pasaban la lengua o le cortaban pedazo con cincel y martillo en mano.

Una de las personas más pintorescas de las que se acercaron al sitio de «impacto», fue una señora, quien le rezaba al meteorito en estos términos: «¡fuera meteorito! Tú no tienes poder en esta tierra ¡Somos Macondo!»

Al principio parecía una creyente cristiana de corazón, pero luego, parecía estar borracha o bajo los efectos de algo, porque se subió sobre la roca y no dejaba de gritar. Hasta pidió una sombrilla y  que le tomarán fotos.

Describir la algarabía alrededor del supuesto meteorito es describir el efecto de la roca sobre la comunidad, porque, aun siendo falsa, alteró el comportamiento humano.

Llegó la NASA

Era tal el ambiente, que la gente colocó música, llegaron carros, motos y aquello se convirtió en una pachanga callejera.

Como no podía faltar, un vecino se acercó al meteorito luciendo su franela de la NASA, y aunque era para bromear, muchos se creyeron que de verdad la Administración Nacional de Aeronáutica y Espacio de Estados Unidos había mandado sus científicos a la zona.

Virus extraterrestre

Cuando llegó la Policía de Barranquilla y agentes de Investigación Criminal de la Policía Nacional de Colombia, ataviados con trajes de bioseguridad y máscaras de oxígeno, se dieron cuenta que de haber sido aquello un meteorito de verdad, y portar un virus extraterrestre, todas esas personas estarían en peligro de muerte.

Lo peor de todo es que ninguno de los curiosos llevaba mascarilla, por las autoridades temen un brote de coronavirus en la zona.

La policía aseguró que todo se trataba de una campaña publicitaria, aunque hasta horas de la tarde de este miércoles, ni extraterrestre ni humano, se había hecho responsable por el meteorito con geroglíficos.

Los memes no se hicieron esperar e inundaron las redes sociales. Este curioso evento recordó la conmoción que genera en la gente noticias sensacionalistas con «marcianos» incluidos, como ocurrió en EE. UU en 1938 con la transmisión de la obra radiofónica «La Guerra de los Mundos» narrado por Orson Welles como si fuera una noticia real.

Hay bromas que salen tan, pero tan bien, que la gente las cree por completo.