Comenzó la matanza: Talibanes asesinaron a sangre fría a mujer porque no llevaba el burka

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Cristian Antonio Cooz. – «Ya comenzó la matanza», fueron las aterradoras palabras de mujeres afganas que viven en La India y que viralizaron un video donde una «jauría» de Talibanes rodean a una indefensa señora y la asesinan a sangre fría por andar por la calle sin llevar el ominoso burka.

En solo uno de los escalofriantes videos, se observa como esta mujer de edad, vestida de negro y rojo, intenta explicar algo a la pandilla de Talibanes sedienta de sangre.

Ellos, armados todos, con Ak-47, pistolas y celulares modernos, obligan a la desdichada señora a arrodillarse.

Un «clérigo» de los Talibanes, todo vestido de color negro muerte, con su libro sagrado en mano, hace unas plegarias por la mujer porque los desafía con sus argumentos y «no entra en razón».

Ellos mismos graban todo con sus celulares de última generación. Acto seguido, uno de los barbudos le pone la pistola en la cabeza y le descerraja un tiro a la valiente dama, quien cae muerta en plena calle.

Los Talibanes celebran esa «hazaña» como si hubieran obtenido una victoria militar. «muy valientes, hombres con armas de guerra contra una indefensa mujer», escribió en twitter una mujer afgana refugiada en La India.

Aunque los Talibanes han dicho que respetarán la vida de las mujeres y que las dejarán trabajar y estudiar en los límites de la Sharia, los países occidentales, incluso el secretario general de la ONU, creen que los fanáticos religiosos islámicos sólo quieren ganar tiempo para luego, desencadenar toda su venganza sobre las mujeres que no se sometan y sobre los cristianos afganos, que han prosperado por 20 años sin el yugo Talibán.

Hay que recordar que los afganos  más jóvenes no conocen el terrible yugo de los Talibanes, quienes fueron echados por el entonces decidido y poderoso gobierno de EE. UU hace 20 años exactos, luego de los ataques a las torres gemelas de New York.

Mataron a golpes mujer por no cocinarles

Y un testimonio de terror lo dio una joven a la cadena CNN, a quien dijo que el 12 de julio pasado, los Talibanes, en un pueblo de la provincia de Taryab, tocaron tres veces a la puerta de su madre para que les cocinara.

A la tercera vez, esta dama (cuyo nombre se omite parapreservarasu familia), abrió para explicarles que era pobre y que no podía cocinarles.

Los diabólicos Talibanes la asesinaron a golpes de las culatas de sus Ak-47. Antes de marcharse, lanzaron una Granada fragmentaria a un cuarto contiguo, para que murieran quien sea que durmiera ahí.

Valiente periodista afgana

Beheshta Arghand, la valiente periodista del canal privado afgano TOLOnews que entrevistó cara a cara al portavoz Talibán, Mawlawi Abdulhab Hemad, lo hizo a cara descubierta y con el cabello saliendo debajo de su velo, mirando a los ojos al peligroso fanático religioso.

A unos dos metros de distancia uno del otro, la periodista parecía temblar, pero a la vez, recobraba su aplomo para preguntar qué sería de las mujeres afganas con la nueva llegada de los Talibanes.

Aunque parecía que el vocero Talibán controlaba a duras penas sus ganas de brincar como bestia sobre la valiente Beheshta Arghand, para asesinarla sin piedad ante las cámaras por «atreverse» a sostenerle la mirada, se controló a duras penas.

Mawlawi Abdulhab Hemad no podía disimular su odio feroz por aquella mujer que civilizadamente desafiaba su bestialidad, pero aún así, obedeció a sus amos y mintió descaradamente.

Su barba hirsuta enmarcaba una mueca diabólica y mintió… dijo que «no sabía por qué les tenían miedo», que los Talibanes respetaría el derecho de las mujeres y que Afganistán ya no sería una plataforma para que terroristas como al-Qaeda.

La periodista Beheshta Arghand no le creyó nada a su feroz interlocutor. Sabe que debe salir de Afganistán, porque los Talibanes se vengarán de ella por atreverse a ver a uno de ellos a la cara y a no postrarse. Ella debe marcharse antes de ser sometida a horrorosas torturas.

Aunque el iluso Presidente de EE. UU Joe Biden les crea las promesas a los Talibanes, las mujeres afganas no.

Las mujeres afganas saben que la sed de sangre de los Talibanes en nombre de la religión, es insaciable.

Lanzaban ácido contra las niñas

Las mujeres afganas de mediana edad, recuerdan la diabólica afición de los Talibanes a las ejecuciones masivas en estadios, como macabro entretenimiento público; aún recuerdan como lanzaban ácido contra las niñas que iban a la escuela; recuerdan que casi matan a tiros a la valiente Malala y que han asesinado sin piedad a miles de mujeres por negarse a sus retorcidos deseos.

Estos seres que se creen los absolutos dueños de la verdad religiosa, quienes cometieron atrocidades inenarrables de 1996 a 2001, son quienes prometen ahora «moderación», para ganar tiempo, pero aún así, ya han comenzado la matanza y el mundo mira tales monstruosidades por redes sociales, pero hasta ahora, no hace nada.