Cristian Antonio Cooz.-“Parece mentira, pero aquí está la prueba”, dijo el inquilino de un edificio de oficinas de Ucrania, mostrando la foto de una cámara de seguridad donde aparece avergonzado un equipo comando ruso que fue atrapado en un ascensor cuando querían subir a la azotea para emplazar sus armas.
Al parecer, el comando ruso tenía como misión subir a la azotea del edificio, pero en vez de hacerlo por las escaleras, decidieron que era más rápido y cómodo meterse todos sus integrantes al ascensor.
Cuando los civiles ucranianos que trabajaban en el edificio de oficinas los vieron, llamaron a la administración, donde se decidió cortar la electricidad de inmediato. Consternado, el equipo ruso golpeó las puertas en la oscuridad e incluso pensaron disparar para intentar abrirlas.
No querían luchar
Sin embargo, el líder decidió que no era buena idea usar sus fusiles de asalto en aquella pequeña caja de metal que colgaba de guayas a varios metros del suelo y dentro de un foso vertical.
Los soldados del grupo “élite” miraban atónitos a la cámara interna del ascensor luego de encenderse la luz, pero todavía seguían bloqueadas las puertas. El comando ruso decidió que no había nada que hacer, sino rendirse o quedarse atrapados ahí hasta morirse de hambre y sed, como le dijeron los ucranianos por el intercomunicador.
Se supo que en la cara de los integrantes del comando ruso, se podía “leer” tranquilamente que no querían estar en aquella guerra, su moral no era la de feroces y sanguinarios combatientes de Putin, así que se rindieron.
Al parecer no eran un equipo élite, sino conscriptos que fueron envidos a luchar sin tener ellos la convicción de querer hacerlo. “Si la invasión de Putin no fuera lo que es, esto daría risa”, comentó uno de los inquilinos del edificio que no quiso ser identificado.
