Cristian Antonio Cooz/Fotos: JC Hernández.-Este lunes 17 de octubre, el terror, la angustia, la destrucción y la muerte, se abatieron sobre los habitantes de Maracay, estado Aragua con el desbordamiento de quebradas y ríos como El Castaño, Palmarito y Corozal, debido a las furiosas lluvias caídas en la zona.
Los momentos de terror infinito y toda la magnitud de la tragedia en Aragua ha sido recogida en fotos y videos por los mismos protagonistas con las cámaras de sus teléfonos celulares, y una pequeña parte de ese material escalofriante les mostramos a ustedes en toda su crudeza.
Hay multiplicidad relatos realmente estremecedores por su violencia y las implicaciones del drama humano que son del dominio público y que es difundido ampliamente en las redes sociales.
“El Monstruo frente a su casa”
Uno de los muchos momentos impactantes, inenarrables, es el de un hombre que graba con su celular desde el porche de su casa en El Castaño, al norte de Maracay, estado Aragua, mientras aterrorizado escucha el rugido escalofriante del agua parda tras una pared perimetral. En parte de la grabación, se ve cómo la pared cruje y se rompe como una débil represa ante el ímpetu voraz del agua.
En el video, el hombre lanza gritos desgarradores: “noooo, no, no, no”, como intentando con ello detener aquella monstruosidad que se abalanzaba sobre él y su hogar. En instantes surrealistas, la furia del agua succiona como un agujero negro, porche, paredes, materos, rejas, muebles y todo lo que había a la entrada mientras el dueño de casa sigue lanzando gritos de terror, según se colige, casi sin creen que eso le estuviera pasando a él y a su familia.
“!Auxiliooo! ¡socorrooooo! ¡nooooo! ¡socorroooo!”, sigue gritando el hombre hasta que deja de grabar para presuntamente buscar un sitio elevado donde salvar la vida y la de los suyos, aunque desgraciadamente no se sabe si lo logró.
¿Por quién doblan las campanas?
En momentos terribles como estos, es que la madera de solidaridad de la que están hechos los venezolanos sale a flote. Cientos de miles de personas han colaborado (aun con lo poco que tienen) para ayudar a sus hermanos del estado Aragua.
Los organismos de seguridad del estado Venezolano ya se han puesto manos a la obra para ayudar en esta zona de muerte y destrucción en la que este martes amaneció convertido El Castaño, Palmarito, norte de Maracay y que, junto con la similar tragedia de Las Tejerías, han enlutado al estado Aragua y a toda Venezuela.
Muchas familias han perdido a algún ser querido y se cuentan por cientos, las que han perdido sus casas, sus carros y todo lo de valor que poseían en este mundo para llevar su vida dignamente.
Hasta la noche de este lunes 17, según el presidente Nicolás Maduro, habían 3 muertos, pero se cree que podrían ser muchos más. Las familias las Tejerías y El Castaño que quedaron sin nada, piden ayuda al gobierno y a sus paisanos.
Es sabido que aunque uno cree que algo así no puede pasarle, la verdad es que todos, absolutamente todos, en nuestra vulnerabilidad humana, podemos sufrir una tragedia tan espantosa como la que viven hoy en día los habitantes del estado Aragua, sin importar en qué parte “segura” del mundo se encuentre.
Pues como escribió el poeta inglés del Siglo XVII John Donne “Ningún hombre es una isla entera por sí mismo. Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo. Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. La muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti”.
