Cristian Antonio Cooz.-El dictador de Corea del Norte, Kim Jong-un, fue sometido a una peligrosa operación a corazón abierto, pero antes de ser anestesiado, ordenó a sus generales que si moría en el quirófano, asesinaran a los médicos; pero si todo salía bien…también.
Esta aberrante orden, muy del estilo del maligno Kim, fue dada supuestamente para evitar que se filtrara cualquier información de su intervención quirúrgica.
Presuntamente para borrar cualquier rastro de esto, el desquiciado «líder supremo» en su lecho de enfermo, convocó al desventurado equipo médico, para que arrodillados ante él, volvieran a jurarle lealtad. Luego les comunicó su trágico destino con una mueca malévola.
Según las fuentes de la vecina Corea del Sur, el único incentivo del equipo médico para que se esforzaran en salvarle la vida a Kim, fue que su líder les concedió que, aunque la muerte de ellos era «inexorable» por el bien del pueblo, si todo salía bien, sus familiares serían recompensados, pero si no…serían sometidos todos (incluso mujeres, ancianos y niños) a los más crueles torturas antes de ser asesinados.
Supuestamente en estos términos, el «líder supremo galáctico, el dios» de Corea del Norte se puso en manos de sus doctores para la operación.
Como medida adicional, en pleno quirófano fue emplazada una guardia militar armada con fusiles Ak-47 para liquidar a cualquier médico o enfermera que osara tratar mal o mancillar el honor de «su dios» mientras este estaba indefenso sobre la mesa de operaciones.
¿Éxito o muerte cerebral?
Todo comenzó cuando el 15 de abril pasado, Kim Jong-un no se presentó para la tradicional celebración del cumpleaños de su abuelo Kim II Sung, el fundador de la despiada dinastía comunista, tras la guerra que terminó en 1953 y separó la península en la democrática Corea del Sur y la dictadura comunista de Corea del Norte.
Pese a todas las medidadas de seguridad, la noticia de la operación de Kim Jong-un fue conocida por los servicios secretos de surcorea y de la CIA norteamericana.
Incluso más, la prensa fue informada del asunto. CNN estadounidense y Dayly NK (respetado sitio de noticias en línea con sede en Corea del Sur y enfocado en noticias de Corea del Norte), fueron los primeros medios de comunicaciónen hacerse eco de la operación del dictador del despiadado Kim.
Sin embargo, el gobierno de Corea del Sur, el martes 21 de mayo solo pronunció que «no se han detectado señales inusuales que respalden informes sobre las condiciones de salud” del líder de Corea del Norte.
Otros informes indican que la operación salió mal y que Kim Jong-un tiene muerte cerebral. Otros, indican que se está recuperando.
Lo cierto es que en esa sociedad tan cerrada donde se venera al líder supremo como un dios viviente, con poder de vida y muerte sobre sus súbditos, todo es incierto.
Podría ser que Kim aparezca en unas semanas o meses, como podría ser que nunca lo haga. Su heredero (sea quien sea), podría declarar que el «amado líder» ascendió al cielo en una carroza de fuego como el profeta Elías de la Biblia judeo-cristiana. O algo por el estilo extravagante que les caracteriza.
Dictadura hereditaria y venganza femenina
Así de desquiciado es el régimen dictatorial y personalista de Corea del Norte, donde su líder supremo hace que en todas las casas del país tengan una foto suya y la alaben todos los días.
Así que, si Kim (de quien se dice que ni defeca ni orina, entre otras características suprahumanas), está vivo, volverá con ganas de demostrarle al mundo todo su poder y seguirá amenazando con sus armas nucleares.
Pero de estar muerto, el escenario sería que se desataría una lucha interna por el poder, pues el único heredero válido sería uno de sus hijos, que todavía es menor de edad.
Otra de las escalofriantes opciones, sería que su hermana Kim Yo-Jong, la hermana menor de Kim Jong-un. Esta mujer, es supuestamente el «cerebro maléfico» tras la imagen y las acciones del líder de Corea del Norte.
Princesa con puño de hierro
Corea del Norte es una férrea dictadura de hombres. Comenzó en 1948 con Kim Il Sung. Su hijo, Kim Jong Il, se hizo cargo después de la muerte de su padre en 1994 y al morir este en 2011, Kim Jong-un asume el poder absoluto.
Ahora, de morir Kim Jong-un, su hermana Kim Yo-Jong podría asumir y convertirse en la autoritaria y temible líder supremo.
Si su hermano Kim Jong-un ha sido tan malvado como para mandar asesinar a los médicos que lo operaron del corazón; con fusilar con cañones antiaéreos a uno de sus generales por quedarse dormido en uno de sus aburridos discursos y a su propio tío echarlo desnudo a los perros para que lo despedazaran…su hermanita podría ser peor.
Ella tiene aproximadamente 30 años. Fue criada igual que su déspota hermano, en la creencia de que Corea del Norte y su gente, son propiedad de su familia.
Su padre Kim Jong II le decía «su princesa», pero según fuentes de militares que han cruzado el paralelo 38 hacia Corea del Sur en su fuga del infierno de Corea del Norte, cuentan cómo «la princesa», era un ente malvado con un refinamiento sádico.
Al parecer, muchos soldados y oficiales murieron por meros caprichos suyos. «Una princesa con puño de hierro», como señaló un oficial evadido de norcorea. La única en quien confía su hermano Kim Jong-un.
Ahora, la implacable Kim Yo-Jong, la misma que ha sido la sombra de su hermano, ha manejado su agenda y ha formado parte de sus crímenes; la misma que ha dicho que Corea del Sur es «un perro que ladra asustado», podría hacerse con el poder y desencadenar una purga tipo Stalin, para deshacerse de sus enemigos políticos y colocar en puestos clave a malvadas mujeres que someterían a los hombres a su férreo y despiadado control.
La verdad, hasta ahora, si muere el implacable dictador norcoreano, como si no muere, la gran pregunta, parafraseando a Sigmund Freud, sería: ¿qué quiere esa mujer?