Pablo Aure.-En Venezuela, el que es presidente interino ni siquiera se considera como tal, entonces, mal puede considerarlo buena parte del país. En realidad conviven dos «presidentes» uno, constitucional, que es ficticio o de papel, sin reconocimiento a lo interno de la Fuerza Armada, siendo su Comandante en Jefe, cuyo nombre es Juan Guaidó y el otro, tiránico y con poder de mando, que se llama Nicolás Maduro.
El primero sin despacho, sin mando pero con presupuesto (Citgo, otras empresas del Estado radicadas en el exterior y ayuda humanitaria) y el otro, con despacho, poder de mando y bastantes finanzas.
Esto es un problema complejo muy difícil de resolver, porque quien está llamado a asumir de acuerdo al artículo 233 constitucional, asume esa responsabilidad «relajado», mientras que el tirano tiene mucho apoyo, sí, el apoyo de los cañones regulares (FAN) e irregulares FARC, ELN, colectivos, milicianos, militares rusos y cubanos ETC) acompañado del con un potente aparato represor, muy completo y temido sin lugar a dudas.
Que alguien me explique cómo salir de esto sin una negociación (coalición) militar internacional.
No me vengan con el puritanismo de satanizar la palabra negociación. Si queremos liberarnos de estos bandidos pues, tenemos negociar con otros países que tengan ideales distintos al comunismo, y sobre todo que tengan fuerza. El pragmatismo debe primar en las negociaciones: «tu me das la libertad yo te doy ciertas garantías»
Para salir de este régimen jamás nos puede pasar por la cabeza negociar con quien nos somete. Absurdo plantear negociaciones con los malandros para cohabitar con ellos.
@pabloaure