Cristian Antonio Cooz.-Este sábado 9 de noviembre, los policías que montaban guardia en el imponente nuevo palacio de Evo Morales, en La Paz, se alzaron y se largaron, dejándolo a merced de los manifestantes.
Con esta acción, los funcionarios se sumaron al amotinamiento policial que comenzó el viernes 8 en Cochabamba y que continúo el sábado en la ciudad de Sucre, Departamento de Chuquisaca; Santa Cruz (una de las mayores ciudades de Bolivia) y comisarías desde la región andina hasta la amazónica.
Así, la nueva y polémica sede presidencial de Evo, llamada «La Casa Grande del Pueblo», quedó sin cordón de seguridad.
La llamada «Casa Grande del Pueblo», es un rascacielos de 29 pisos, construido en vidrio, hormigón y acero. Evo lo mandó levantar Evo en la plaza Murillo (detrás de la vieja sede de gobierno, utilizada desde el siglo XIX y apodada el Palacio Quemado), a un costo de 34 millones de dólares. Fue inaugurado el 9 de agosto de 2018.
«No es acuartelamiento, es amotinamiento»
Los funcionarios que protegían el nuevo palacio de Evo, describieron su movimiento como una «retirada táctica en favor del pueblo» hasta la sede de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP).
Otros agentes dejaron bien claro (mientras avanzaban sus columnas de a pie con todos sus equipos personales), que no era un acuartelamiento ordenado por el presidente, sino, un amotinamiento contra él.
Manifestantes que exigen la renuncia de Evo Morales dijeron que este es un paso muy importante para recuperar la democracia.
Evo teme que lo saquen como a la alcaldesa de Vinto
Esta táctica de abandonar a su suerte el palacio presidencial, es muy peligrosa (como afirman analistas del conflicto), más aun cuando la noche del viernes, el general JavierZabaleta, el ministro de defensa de Evo Morales, descartó echar militares a las calles contra lis manifestantes.
Al parecer, tras conocer la noticia de que el palacio de Evo estaba sin cordón de seguridad policial ni militar, los protestantes (que exigen la renuncia del mandatario desde las cuestionadas elecciones del 20 de octubre), se dirigirían hacia allá en horas de la noche del sábado, en número de miles.
Algunos manifestantes dijeron que «Evo está acorralado y sabe que podemos sacarlo de su palacio, como hicimos con la alcaldesa de Vinto».
Como ya se sabe, el pasado miércoles, opositores bolivianos furiosos con Evo Morales, sacaron «por los pelos» de su oficina a la alcaldesa de la alcaldía de Vinto, Patricia Arce; le metieron candela al edificio, y luego humillaron a la burgomaestre cortándole el cabello a lo loco, pintándola con pintura roja y haciéndola desfilar descalza.