Cristian Antonio Cooz.-Eran como las 3:50 de la tarde del pasado miércoles 16 de octubre, cuando un jovencito de 14 años de edad, que se encontraba usando una desmalezadora bajo una tormenta eléctrica, fue fulminado por un poderoso rayo.
El sorprendente hecho ocurrió en el sector Los Naranjos, parroquia Negro Primero del municipio Valencia, estado Carabobo.
La víctima identificada como Néstor Palacios por el Sistema Integrado de Protección Civil y Bomberos de la entidad carabobeña, había estado presuntamente largo rato trabajando con la desmalezadora bajo la tormenta eléctrica.
El muchacho no se detuvo ni aun cuando la borrasca se abatía sobre él y el cielo gris plomo era surcado por portentosos rayos y ensordecedores truenos que inundaban todo el paraje con fogonazos de luz azul.
Al parecer no hubo ninguna persona adulta que le dijera al chico que se protegiera de la lluvia y el frio viento que soplaba también feroz.
Era como si Thor, el dios de la mitología nórdica, estuviera en guerra en el cielo. Todo estaba servido para la tragedia, pero el chico, con su temeridad juvenil, lamentablemente no lo creía así.
Muerte con 100 millones de voltios
En un instante, la destructora descarga eléctrica se produjo entre las nubes como de plomo espeso y con un rugido espantoso, bajó a tierra desde muchos kilómetros de altura, yendo a caer sobre la cabeza del infortunado muchachito, matándolo en el acto.
El cuerpo inerte, chamuscado y humeante del pobre chico cayó al suelo con los restos de la maltrecha desmalezadora, cuyo depósito de gasolina, hizo explosión por la descarga de la corriente del relámpago, estimada de 200 mil amperios y 100 millones de voltios.
Labriegos de la zona que presenciaron horrorizados como aquel jovencito de 14 años fue fulminado por poderoso rayo mientras usaba una desmalezadora, corrieron para auxiliarlo, pero desgraciadamente ya estaba muerto.
