Guaidó y diputados opositores rompieron piquete de GNB y entraron al parlamento

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Cristian Antonio Cooz.-En un hecho controversialmente histórico, Juan Guaidó y los diputados de oposición, rompieron este martes 7 de enero el férreo cordón del piquete de la GNB alrededor de la sede de la AN y lograron entrar al hemiciclo para juramentarse.

Con esta osada acción, los opositores lograron ahuyentar a los diputados oficialistas, quienes al verse sin la protección de la GNB y superados en número, optaron por marcharse del Palacio Federal Legislativo.

Todo comenzó en horas de la mañana cuando previamente, los militares habían permitido el acceso al parlamento a los diputados maduristas.

Luego de eso, Guaidó, acompañado de la nueva junta directiva y de los demás diputados, exigieron ingresar.

Choque de línea opositora contra militares

Como los GNB les prohibieron entrar, los diputados opositores, en un solo bloque, enganchados de brazos, formaron una inquebrantable línea que, avanzó contra los sorprendidos GNB.

Aunque al «estrellarse» contra el férreo piquete militar, la línea de diputados fue «quebrada», cada individuo por su cuenta aprovechó el caos generalizado para salvar los obstáculos e ingresar al Palacio Federal Legislativo.

Confundidos por tan impactante y sorpresivo accionar, los GNB disolvieron a su vez sus líneas, siendo supetados como el agua enfurecida a una reoresa rota.

Guanipa: oficialistas salieron corriendo

Una vez tomado el Palacio Federal Legislativo, Guaidó y la nueva junta directiva de la AN elegida el 5 de enero, fueron juramentados.

Juan Pablo Guanipa, electo como vicepresidentede la AN, afirmó que los diputados chavistas que «pretendían autonombrarse sin quórum ni votos como junta directiva, salieron corriendo del hemiciclo».

Te espero a la salida

Luego que la GNB se recuperó del shock inicial por la inesperada osadía de los diputados oficialistas, se reorganizaron. Con la actitud de «te espero a la salida», aguardaron.

Efectivamente, esperaron a que saliera Guaidó y los otros, para proceder a caerle a bombas lacrimógenas.

Los diputados se marcharon como pudieron, envueltos en nubes irritantes, pero habían cumplido con su objetivo.

Transeúntes dijeron luego de esos hechos, que «Caracas se mantenía en una calma pesada, como la que hay antes de estallar la tormenta».