Redacciòn.-Este Domingo de Resurrección en su menaje de Pascua, el Papa Francisco pidió acogida para todos los venezolanos que se ven obligados a abandonar su tierra y clamó por la solución pacífica a la crisis política y humanitaria que vive el país sudamericano.
«Suplicamos el fruto del consuelo para el pueblo venezolano, el cual (…) vive en una especie de ‘tierra extranjera’ en su propio país, para que encuentre (…) la vía justa, pacífica y humana para salir cuanto antes de la crisis política y humanitaria que lo oprime, y no falten la acogida y asistencia a cuantos entre sus hijos están obligados a abandonar su patria», expresó desde la basílica de San Pedro del Vaticano.
Francisco también impartió la bendición Urbi et Orbi (A la ciudad y al mundo), momentos después de presidir la misa del Domingo de Resurrección en la plaza de San Pedro del Vaticano.
En su mensaje de Pascua el Papa Francisco afirmó que los cristianos “creemos y sabemos que la resurrección de Cristo es la verdadera esperanza del mundo”, y dijo que es “la fuerza del grano de trigo, esa del amor que se abaja y se entrega hasta el final, (que) renueva el mundo”.
Una fuerza que da fruto en los surcos de la historia, “marcada por tantas injusticias y violencias”. Da frutos de esperanza y de dignidad –dijo– donde hay miseria y exclusión, donde hay hambre y falta de trabajo, en medio de los prófugos y de los refugiados –, tantas veces rechazados por la actual cultura del descarte”.
Paz para el mundo pidió el Papa Francisco
Pidió por la paz del mundo entero, empezando por “la amada y martirizada Siria, cuya población está extenuada por una guerra que no ve el fin. Que en esta Pascua la luz de Cristo Resucitado ilumine las conciencias de todos los responsables políticos y militares, para que se ponga fin inmediatamente al exterminio que se está llevando a cabo, se respete el derecho humanitario y se proceda a facilitar el acceso a las ayudas que estos hermanos y hermanas nuestros necesitan urgentemente, asegurando al mismo tiempo las condiciones adecuadas para el regreso de los desplazados”.
Igualmente suplicó por frutos de reconciliación en Tierra Santa, El Congo, Sudán del Sur y la península coreana.