Cristian Antonio Cooz.-En vez de un impecable traje a la medida de 30 mil dólares, a los que está acostumbrado, Alejandro Andrade, alias “el tuerto”, ex tesorero del fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se enfrentó este martes 27 de noviembre a la corte sur de Florida, Palm Beach, Estados Unidos, vestido como un hombre de clase media para escuchar su condena. Pese a que !pidió perdón! la Corte de Florida le metió 10 años.
Relataron los presentes conservando su anonimato, que tras escuchar el duro veredicto de 10 años de prisión por lavado de mil millones de dólares ($1.000.000), Andrade, sin esposas, ataviado con un pantalón caqui, saco azul marino, corbata azul, mocasines marrón, con lentes de pasta negros y con el cabello completamente rapado… ¡Pidió perdón! pero pese a su arrepentimiento la Corte de Florida le metió 10 años a Alejandro Andrade.
Con el rostro lívido, se dirigió al juez y dijo con voz quebrada: buenos días su señoría, deseo pedir perdón…asumo con plena responsabilidad los hechos por los que me he declarado culpable. Siento un enorme remordimiento por el dolor y la vergüenza que he podido causar… he ayudado al pueblo de Venezuela en estos 10 años. Hoy estoy convencido de que la decisión que tomé fue la correcta…
¡Bombazo! Informante del gobierno de EE.UU
En la carta que leyó a su familia y amigos ante la corte, dice: en 2014 vine voluntariamente a Estados Unidos, invitado por el gobierno para cooperar. Agradezco haber venido. Traído a mi familia. Tengo un gran respeto por el gobierno de Estados Unidos y acepto plenamente las consecuencias de mis actos.
Este fue el bombazo que soltó Alejandro Andrade, al declarar públicamente que desde su llegada a EE.UU, ha ido informante del gobierno norteamericano para desmantelar la red de corrupción que ha enriquecido supuestamente a muchas personas señaladas por él y ligadas al gobierno venezolano presuntamente.
También dijo ante la corte que “como tesorero (de Chávez) tomé decisiones muy desacertadas que hoy me pesan de todo corazón”.
Tres meses de libertad condicional
Aunque la sentencia es efectivamente de 10 años, la corte concedió un periodo de tres meses de libertad condicional y supervisada, hasta que se decida su deportación a Venezuela (poco probable) o se legalice su estatus migratorio y de ser así, se decidiría luego el sitió de reclusión en territorio de EE.UU.
Andrade prometió en la corte que durante los tres meses de libertad condicional, seguirá aportando información al gobierno de Estados Unidos, sobre la presunta red de corrupción y lavado de dinero donde estarían implicadas supuestamente importantes personalidades de Venezuela.
Uno de los momentos más tensos, fue cuando Andrade entraba en la corte y Carlos Vecchio, de Voluntad Popular, se le acercó para recordarle todo el daño que le había hecho a los venezolanos. Andrade retrocedió, esquivando el engorroso encuentro con su compatriota.