Putin mandó detener 3 científicos de misiles “hipersónicos” Kinzhal

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Principales elementos del misil hipersónico ruso Kinzhal - AFP / AFP

Cristian Antonio Cooz.-Presuntamente enfurecido por haberlo hecho quedar en ridículo ante el mundo entero,  Vladimir Putin mandó meter presos a tres de los científicos responsables de los misiles aero balísticos “hipersónicos” Kinzhal (daga), luego que la madrugada del martes 16 de mayo, Ucrania derribara 6 de estas supuestas armas “milagrosas” e “imparables”.

Las ridículas deficiencias de los misiles Kinzhal dejaron como un “cuentero” a Putin, quien en 2018  anunció al mundo de la existencia de esta arma hipersónica que según él, no tenía paragón y que era capaz de burlar cualquier defensa aérea humana conocida.

Esta semana, cuando Putin se enteró que Ucrania, usando los sistemas Patriot norteamericanos había derribado no uno, ¡sino 6 Kinzhal!, montó en cólera porque entendió que quedaba como un mitómano sobre las supuestas capacidades cuasi milagrosas de estos misiles.

Peskov confirmó las detenciones

Los científicos de misiles Kinzhal detenidos fueron identificados como Anatoly Maslov, Valery Zvegintsev y Alexander Shiplyuk, quienes fueron arrestados por la Policía secreta y acusados de “traición”, entre otros cargos.

Las detenciones fueron confirmadas por el vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, quien en respuesta a una carta abierta de los colegas científicos del Instituto Jristiánovich de Mecánica Teórica y Aplicada de Novosibirsk en favor de los detenidos, respondió básicamente que él no podía hacer nada por ellos.

“…Hemos visto este llamamiento (la carta), pero los servicios especiales rusos están haciendo su trabajo. Son acusaciones muy graves”, dijo Peskov, pese a que en la carta de los científicos decían entre otras cosas que “Conocemos a cada uno de ellos (Maslov, Zvegintsev y Shiplyuk) como un patriota que no es capaz de hacer aquello de lo que sospechan las autoridades”.

¿Dagas o cuchillos de cartón?

Los científicos también alertaron que estas detenciones pueden afectar gravemente la ciencia rusa porque “los mejores estudiantes se niegan a venir a trabajar con nosotros y nuestros mejores empleados están abandonando la ciencia. Una serie de áreas de investigación que son de vital importancia para sentar las bases fundamentales de la tecnología aeroespacial del futuro simplemente se están cerrando porque los empleados tienen miedo…”

Moscú aseguraba que el misil Kinzhal, supuestamente hipersónico, alcanzaba una velocidad de más de 12 mil km/h, que era el “arma de armas”; un misil “superpoderoso” que pese a su velocidad, podía hacer piruetas y florituras en el aire, rodeado de una bolsa de plasma que impedía ser afectado por guerra electrónica.

Además de eso, se decía que el Kinzhal, cuyo alcance era supuestamente de 3 mil km de distancia,  evadía cualquier radar y que llegaba como un rayo de la muerte a su objetivo sin que nadie pudiera hacer nada por defenderse.

Evidentemente, o a Putin “le cayeron a mentiras”, o él solo exageró las capacidades de los misiles hipersónicos para asustar a occidente. Lo que sí es cierto es que las Dagas Kinzhal parecen más un cuchillo de cartón,  y prueba de eso, son los derribos de Kinzhal por parte de los sistemas Patriot, lo que ponen en duda muchas de las “superarmas” del mecano ruso.