El hecho tuvo lugar el pasado viernes 8 de septiembre, pero no fue sino hasta este martes 12 de septiembre cuando las autoridades venezolanas reaccionaron frente al caso. A través de un pobre comunicado, la embajada en Bogotá del gobierno interino, solicitó una investigación a la fiscalía colombiana que permita dar con los responsables del crimen.
De los jóvenes fallecidos, solo se sabe que uno de ellos era menor de edad, el otro tendría unos 19 años y que ambos eran supuestamente venezolanos, sin embargo, esto no ha podido ser confirmado, debido a que ninguno portaba documentos.
Los jóvenes fueron capturados por una multitud enfurecida, luego que ambos fuesen supuestamente sorprendidos mientras hurtaban algunos productos en un pequeño comercio del municipio Tibú, ubicado en el departamento Norte de Santander, donde los lugareños están obstinados de la desbordada inseguridad.
Tras su captura, ambos jóvenes fueron atados de las manos y retenidos al interior de un local comercial, donde supuestamente se esperaba la presencia de la Policía Nacional para su entrega. En un video que se ha viralizado en las redes sociales, se observa como un ciudadano dice: Ellos van a ser entregados a las autoridades porque no queremos que ellos mañana aparezcan con un balazo. Si la policía decide soltarlos, bueno es su responsabilidad, pero nosotros hicimos lo que debíamos.
Mientras la multitud enfurecida esperaba la llegada de los patrulleros para la entrega de ambos muchachos, al lugar llegaron hombres armados quienes se los llevaron. El momento quedó captado por una cámara de seguridad ubicada en la parte externa del local.
Aunque en Colombia la mayoría de los comercios tienen cámaras de seguridad, curiosamente no hay video donde se demuestre que los jóvenes si hurtaban en el local, pero sí quedó registrado en una cámara ubicada al exterior del comercio, el momento en que hombres armados se llevaron a los muchachos.
Horas después de su desaparición, ambos jóvenes fueron hallados asesinados a un lado de una carretera a las fueras del mencionado municipio, en la vía que conecta al sector El Tarra. Los cuerpos tenían un letrero grande donde se lee: “Ladrones”.
Por el caso, el coronel de la policía de Norte de Santander, Carlos Martínez, anunció una recompensa de 100 millones de pesos a quien aporte información que permita dar con los responsables del hecho.
El uniformado, según reseña el medio digital 90 Minutos, atribuyó el crimen al Grupo Armado Organizado Residual 33, que sería parte de las disidencias del grupo guerrillero FARC.
Aparecieron supuestos familiares
Este martes, el diario El Tiempo señaló en su portal web, que a la ciudad de Cúcuta, llegó un hermano del menor de edad y una tía, quienes reclamarían el cuerpo para trasladarlo hasta Maracaibo, estado Zulia en Venezuela. Ninguno de los supuestos familiares quiso identificarse y se limitaron a decir que son de una comunidad indígena wayú.
Las autoridades colombianas habían trasladados los cuerpos desde la morgue de Tibú hasta las instalaciones de Medicina Legal en Cúcuta.
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