Socialismo Ahora más que nunca

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Juan Carlos Corro, miembro del buró político regional

 

Comuna; Partido; Cuadro y Socialismo

Grandes retos nos exige el momento político que vive el país sobre todo luego de unas elecciones donde nuevamente el pueblo venezolano le dio su respaldo a la Revolución Bolivariana y con ella a la propuesta socialista.

Lo primero que diré, es que la actual crisis que vive nuestra nación no es del socialismo, todo lo contrario, es nada más y nada menos que el colapso del modelo capitalista rentista qué fue usado por la burguesía criolla y la burguesía internacional para enriquecer a pequeñas élites. Del mismo modo como la democracia representativa colapsó y con ello dio nacimiento a la democracia participativa y protagónica (legado del comandante Chávez); hoy lo hace el rentismo-capitalista qué ha sido durante muchos años el modelo económico implementado en el país, creando dos fuentes de enriquecimiento para la burguesía criolla como lo son la distribución y la exportación e importación de bienes, aniquilando la posibilidad del desarrollo de la nación desde la producción.

Hoy el momento exige una nueva forma economía, así como una nueva forma de consumo y de producción, lo que nos lleva en el marco de la propuesta del socialismo a decir que esta crisis económica del capitalismo rentista que vive el país representa las condiciones objetivas y subjetivas para dar paso al nacimiento del socialismo, y me refiero a socialismo como una ciencia económica política y social. Es decir, frente al colapso evidente del modelo capitalista rentista se crean condiciones para el nacimiento de la nueva economía socialista.

Ahora, para que esto sea posible debemos entender tres definiciones que entregó bastantes claras el comandante Chávez: primero un núcleo de desarrollo del socialismo (la Comuna); segundo un órgano de dirección política colectiva de la revolución (el Partido); y tercera el petróleo como instrumento de transformación de Venezuela en potencia latinoamericana y de desarrollo de una economía integral (PDVSA).

La comuna: es el desarrollo concreto de la democracia participativa y protagónica, además es el centro para impulsar el autogobierno dónde deben nacer nuevas forma de producción y de consumo en la medida que cada espacio territorial comunal sea una fuente de desarrollo económico. Es decir, la posibilidad de desarrollar y transformar la sociedad hacia un modelo socialista igualitario con una economía productiva-participativa y de nuevo orden frente a la crisis económica del modelo rentista.

Por ello, el Partido Socialista Unido de Venezuela: debe transformarse en el gran orientador de la política de gobierno, incluso debe plantearse que el propio partido esté por encima del estado o por lo menos sea reconocido como la parte del Estado. Donde surjan todas las políticas e iniciativas necesarias para darle conducción a la República, sobre todo en momentos cuando el principal enemigo es nada más y nada menos que el imperialismo norteamericano y sus grandes trasnacionales. Ante esto, es necesario entender el papel que juega el partido de la revolución como lo defendiera el propio comandante Chávez.

“Sin partido revolucionario no es posible una revolución”. Una premisa que debemos entender cada uno de los que somos parte de la gran militancia del PSUV. Recordando que la tarea estratégica es la construcción del socialismo. Entendiendo esto y conociendo de antemano que el núcleo fundamental para el desarrollo del socialismo es la comuna, es tarea del partido desarrollar su estructura en base a la transformación territorial que plantea la organización de comunas en el país. Además caracterizar cada espacio comunal como un objetivo de desarrollo del poder político y económico, tal y como se ha hecho hasta ahora frente a los municipios o en los estados donde la disputa en el batalla electoral son alcaldías o gobernaciones. En otras palabras para hacer posible el desarrollo del socialismo el partido debe fortalecer su organización colocando como núcleo del quehacer político los ámbitos territoriales comunales.

El cuadro, mujer u hombre del partido, es en definitiva esencial para el desarrollo de la política central en todos los espacios donde hace vida política nuestra organización, por esta razón debe existir un plan concreto de fortalecimiento del pensamiento ideológico, científico, cultural, espiritual y técnico en los distintos individuos que componen la militancia de nuestro partido. Es tarea de los distintos órganos de dirección del partido tener como prioridad la atención a sus cuadros; la preparación de los mismos; y garantizar que cada uno de ellos tenga todas las condiciones subjetivas y objetivas para el desarrollo de sus tareas. Debemos entender que el cuadro es la esencia fundamental que le dará vida no sólo a la institucionalidad interna del partido sino al espíritu de crecimiento y fortalecimiento de la Revolución Bolivariana. En consecuencia el gran aporte del órgano central del partido es apostar a cada mujer y hombre en su crecimiento en conocimiento; en capacidades y cualidades para transformar el entorno que les rodea. Se debe hacer del cuadro un sujeto excepcional, desprendido, humilde, responsable, profundamente científico de la doctrina teórica de nuestro partido, leal al pensamiento bolivariano y chavista y con un alto grado de moral en la conducción de cada tarea que se le sea asignada.

Por último, el petróleo es y será por mucho tiempo una fuente de recurso para nuestra nación. Esto es debido a que sigue siendo y será durante mucho tiempo la primera fuente de energía que mueve al mundo. Entendiendo esto, nuestra economía debe girar en torno al desarrollo de la industria petrolera; reforzando los estándares de producción; usando los ingresos para generar una política integral de mercado; fortaleciendo la soberanía alimentaria; emancipando la ciencia y la tecnología; y desarrollando todos los elementos que nos permitan el salto desde el rentismo, que hasta ahora habíamos adoptado, a una economía productiva nacional. Tales iniciativas y apoyos sostendrán las políticas sociales y de solidaridad internacional que nos permitan enlazar todas las relaciones necesarias de intercambio cultural, político y económico para transformar a Venezuela en una potencia latinoamericana.

De lo que se trata entonces es de impulsar una transformación integral de la economía planteada desde una reforma integral que ponga su acento en la producción petrolera y en una revolución de la ciencia, la tecnología, la innovación en apoyo a la actividad industrial y a los servicios. Concentrar los esfuerzos y los recursos en la producción de alimentos, asunto de vital importancia para la seguridad y la soberanía nacional. Resolver las serias distorsiones en el mercado interno de los combustibles, particularmente el de la gasolina y atacar el flagelo del contrabando. Además, resulta impostergable analizar la situación que afecta al conjunto de la economía, como es la baja productividad y rentabilidad de las empresas estratégicas del Estado. Y todo ello tiene como premisa la estabilización de los índices macroeconómicos: hay que flexibilizar la política cambiaria; modificar la política monetaria;  las tasas de interés; y los impuestos, medidas de alto calibre sin las cuales sería impensable un relanzamiento productivo de nuestra economía. Una reforma económica de tal naturaleza requiere de amplios consensos políticos y de una audaz y masiva participación de las clases trabajadoras, de los campesinos y campesinas, y al mismo tiempo, un profundo e inédito movimiento de renovación universitaria que transforme a la nación y permita el desarrollo concreto del socialismo.

 

Juan Carlos Corro coordinador de la Comisión de Comuna y Poder Popular del buró político del Partido Socialista Unido de Venezuela en Carabobo.