Profanadores de tumbas roban decenas de cadáveres del cementerio municipal de Valencia

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Cristian Antonio Cooz. – Una escalofriante montaña de ataúdes, fosas abiertas y cadáveres desaparecidos, es la mayor y fehaciente prueba de que profanadores de tumbas se han apoderado del Cementerio Municipal de Valencia y de que han robado decenas de cuerpos de difuntos de ese camposanto.

Algunos familiares que han acudido al Cementerio Municipal de Valencia para estar cerca de los restos de sus seres queridos ya fallecidos, se ha encontrado con la tétrica realidad de que el cadáver ha sido robado.

Varios de ellos, que no quisieron ser identificados, tomaron las pavorosas fotografías de lo que ocurre en el cementerio de noche, sin que hasta ahora, ninguna autoridad haya hecho algo al respecto.

Ni que fueran zombis

Y es que como se evidencia, los cadáveres han ido desapareciendo uno por uno de sus tumbas, dejando tras de sí fosas abiertas y sarcófagos destruidos.

«Se están robando los cadáveres para venderlos, para hacer brujerías, eso es un hecho. Pues ni que fueran zombis para salir de la tierra e irse caminando», dijo un ciudadano que no quiso ser identificado.

Macabro asunto

Fuentes familiares han indicado que este mórbido asunto no es nuevo. Ha ocurrido antes, pero en esta oportunidad, ante el posible desinterés de las autoridades, «ahora ocurre impunemente y en un número desenfrenado. Realmente asombroso y aterrador», dijo un vecino de Colinas de La Guacamaya, barrio que colinda con el Cementerio Municipal de Valencia.

Al parecer, los profanadores de tumbas se aprovechan de que la policía del estado Carabobo o la municipal de Valencia no patrullan el cementerio, para perturbar el sueño eterno de los difuntos.

Encima cobran vacuna para visitar a los muertos

Por si fuera poco esta aberrante situación, trascendió también que los deudos no pueden visitar las parcelas o manzanas traseras del cementerio, pues porque al carecer de vigilancia policial, se ha convertido en una especie de «tierra de nadie», donde los profanadores de tumbas exigen hasta vacunas en dólares para permitir pasar a esos lados.

Algunos vecinos del barrio aledaño han contado que por alguna razón, principalmente las noches de luna llena, se ven las figuras siniestras de los delincuentes profanadores, saltando la pared perimetral del cementerio para perpetrar su maligna obra de robar cadáveres y que lo peor de todo, es que la policía no hace nada por impedir tal monstruosidad.

«Ya los venezolanos no podemos descansar en paz, ni estando muertos», dijo un habitante de Colinas de Guacamaya que no quiso dar su nombre pero que confirmó que ha visto a los profanadores.